Llegan a mi consultorio personas que necesitan ser tratadas de ansiedad, obsesiones, desequilibrios mentales y depresión que tienen un denominador común: demasiada información sin asimilar que les crea gran confusión y distorsión de la realidad.
Hoy en día muchísimas personas dedican su tiempo libre a asistir a cursos muy atractivos y prometedores como entrar en dimensiones superiores, encuentro con los ángeles, canalización, etc.
Existen decenas de cursos de este tipo ante una demanda creciente por el crecimiento personal y la atracción por tener poderes paranormales.
Resulta muy tentador y gratificante para el Ego, desde luego. Pero no dejan de ser trampas y a veces muy peligrosas si quedas atrapadas en ellas, cegado por creencias e ideas que solo son manejadas a nivel mental y por lo tanto ilusorias.
Adentrarse en el mundo de lo Invisible precisa primeramente del desarrollo de la Conciencia y estar bien enraizado a la Tierra. Precisa de humildad y por ello de una sincera conexión con la Divinidad para que nos asista y proteja. Así que el trabajo y la andadura es larga porque se requiere de una base fuerte que soporte todas las tormentas que la Mente va a crear en su resistencia a quedar atrás.
Sólo desde la trascendencia de la Mente -como primera etapa- es como podemos experimentar las demás dimensiones de nuestro ser y expandir nuestra Conciencia hasta vivenciar la Unicidad; nuestra pertenencia al Uno.