Nuestros centros energéticos principales son:
1) CHAKRA RAÍZ, en la base de la espina dorsal. MULADHARA.
representa el mundo de la materia, la fuerza que mantiene la energía con forma. Crea la densidad que percibimos como mundo. Su elemento es la TIERRA. Mueve el instinto de supervivencia.

2) CHAKRA SACRO, surge del sacro, las caderas y la pelvis. SVADHISTANA. Representa la dualidad de la existencia. Opuestos que se atraen, fluyendo el uno hacia el otro. Elemento AGUA. Conecta con la fuente de la fuerza vital. En este chakra la serpiente Kundalini une y divide a la vez creando el Yin/Yang eterno de la existencia, girando en perfecto equilibrio. Aquí nace el movimiento, el placer, el deseo y la emoción.

3) CHAKRA PLEXO SOLAR, MANIPURA. La chispa de la Conciencia Divina enciende el fuego de la Voluntad para quemar las resistencias y vitalizar el sistema digestivo. Situado en lo que llamamos la boca del estómago. Elemento FUEGO. Las emociones negativas crean un exceso de fuego que nos «quema» produciendo úlceras.  Este fuego en equilibrio nos sustenta para quemar todas las impurezas y negatividad a través del ego.

4) CHAKRA CORAZÓN. ANAHATA. Aquí sucede el despertar del espíritu divino que pide al corazón abrirse. Elemento AIRE. Trascendiendo el ego y uniendo los opuestos en perfecto equilibrio. Al abrir nuestro corazón sintonizamos con el corazón colectivo.

5) CHAKRA DE LA GARGANTA. VISHUDDHA. En el espacio etéreo de este chakra, la Kundalini despierta las vibraciones y abre la expresión a la musicalidad del Universo. Desde el OM primordial sincronizando y abriendo nuestras voces para expresar nuestra verdad. De adentro hacia afuera.

6) CHAKRA TERCER OJO. En el entrecejo. AJNA. Percibir y dirigir. Centro de la visión, la intuición y los mundos sin límites de la Luz, Clarividencia e imaginación. Creatividad.

7) CHAKRA CORONILLA. SAHASRARA. Cuando todos los chakras están abiertos, desde la raíz hasta la coronilla, el séptimo chakra puede florecer en el Loto de los mil pétalos de Conciencia infinita.
Tú eres esa Conciencia despierta, inteligente y divina.