
A veces da la impresión de que en nuestra vida se descorre un velo y de pronto vemos las cosas de distinta manera y ese tener que VER la realidad y tener que mantenerse uno inalterable se hace casi imposible. Normalmente se sigue una conducta y una actitud de forma mecánica y eso parece facilitar la vida, sin grandes alteraciones, sin tener que pensar demasiado.
Pero existen otros momentos, -y esto ocurre en los más sensibles por la influencia de la Luna-, en que nuestro ánimo y humor cambia sin razón alguna y se hace cuesta arriba tener paciencia, ser tolerante, callar, guardar una imagen. Entonces resulta necesario el cuestionarnos, el observarnos, el comprendernos y aceptarnos.
Hay momentos en que el corazón, sin razón aparente, se siente afligido por una tristeza que le llega de improviso. Es una energía que va de fuera hacia adentro y oprime el pecho. Son momentos en los que uno siente solo está sobreviviendo. Puede ser que nuestra Alma esté pidiendo la escuchemos y nos empuja a hacer cambios.
Ese peso como llega se va, pero mientras está, oscurece la brillantez que normalmente aclara la mente y el corazón. Aprovechemos para ir hacia adentro y armonicémonos, siendo coherentes con nosotros mismos.
Cuando tengo el ánimo caído, el sentido de la vida se desdibuja y aparece el cansancio y la desazón.
Normalmente es bien distinto, me alegra saber que no tengo apegos y eso me hace sentir libre. Pero cuando me invade la tristeza, que asoma de vez en cuando, sin aparentemente razón alguna, la perspectiva de la razón de mi vida, se estrecha y oscurece.
Ahora sé que caer en esa melancolía, sucede cuando me desconecto de mi ser esencial y la vida se me hace cuesta arriba. En esos momentos me dejo arrastrar por los pensamientos más absurdos y aparece el tormento mental y la negatividad.
Ahora sé, que todo volverá por si solo a su sitio; el gozo de lo sencillo, la confianza en mi misma y mi conexión con la divinidad dentro de mi.
El Alma nos ayuda a centrarnos en nuestro corazón. La realidad es una y no admite separaciones, así que mantengamos interconectados mente/corazón.
Un comentario en “El Alma ante la tristeza.”