Todos a una. Solidaridad.
De pronto han desaparecido las fronteras mentales, estamos todos preocupados por lo mismo.
Es tiempo de re-construcción interior y exterior; lo queramos o nos resistamos a ello. Somos inspirados desde la esperanza a hacer cambios o somos empujados a ello a pesar de los miedos.
A todos los niveles estos cambios son de RENOVACIÓN. Podéis observar que ya está ocurriendo con la Madre Tierra, gracias a la reclusión forzosa de los seres humanos.
Mantener la calma y desarrollar la paciencia lo conseguimos desde el entendimiento de que esta «pausa» es necesaria para fortalecer, inclusive, la confianza en nosotros mismos desde el apoyo a los demás. Desde el agradecimiento. Desde procurar tener una mejor alimentación. Trayendo pensamientos positivos a nuestra mente. Valorando este tiempo en el que podemos dedicarlo a la familia y a nosotros mismos.
Vamos a recobrar nuestra naturaleza humana de forma colectiva y casi simultáneamente… ¡parece increíble! Pero lo conseguiremos.