Adentrarse en uno mismo

Una cueva o caverna, es un símbolo universal del lugar de unión del Yo y el ego; el punto de encuentro entre lo divino y lo humano.

Soñar o hacer un trabajo de visualización con una cueva nos da una dimensión superior del conocimiento oculto en nuestro interior, como lugar de iniciación.

Así como la montaña es el principio masculino, la caverna en la montaña representa el principio femenino, la matriz de la Madre Tierra en su aspecto protector. Entrar en ella con la intención y sinceridad de encontrar el conocimiento de nosotros mismos tiene un gran beneficio como experiencia trascendental.

Como lugar de iniciación, la cueva está ligada al corazón espiritual. Profetas, santos y visionarios se han resguardado en una cueva esperando recibir revelaciones o el estado de iluminación.

Soñar que uno se adentra en una cueva representa un cambio de estado y la victoria sobre el peligro.

Vivimos en el mundo dual de la manifestación. El simbolismo habla de que lo terrestre es sólo un reflejo de lo celestial. Lo superior contiene el significado de lo inferior. Comprender el simbolismo nos aleja de las supersticiones. Aceptar y agradecer la vida, adentrarnos en ella con valentía y curiosidad sana, nos ayuda a avanzar con confianza; sintiéndonos plenos.