En mi mundo astral, mi casa es enteramente de cristal y madera clara. Bajo unos escalones para salir al exterior. Fuera hay un prado enorme de hierba fresca que cubre todas las lomas que hacen pendiente y se pierden en el horizonte. Hay vacas, ovejas y caballos pastando libremente.
Yo me dejo caer y rodar, disfrutando del contacto con la hierba. Y bajo y bajo hasta un pequeño pueblo encajado entre montañas muy apretadas a lo hondo. Por ahí pasa un río que cruzo y sin parar de caminar, empiezo entonces a subir por la ladera de la montaña, por un sendero estrecho al lado de un precipicio.
Subo apoyada en mi bastón, (me veo a mi misma desde arriba) y cuando llego a la cima está allí mi maestro,como cada tarde, esperándome bajo un árbol. Nos saludamos y le digo que deseo sentir la cercanía de la Presencia Divina. Y él me dice dos cosas importantes:
– Primero, cuando dejes de juzgar, sentirás compasión por todos. Es entonces cuando estarás preparada verdaderamente para alcanzar ese estado de pureza. Estar al servicio de los demás es mucho más que un deseo. Irradiarás la Presencia Divina y ella te guiará
Me puso el ejemplo de cómo actuamos cuando nos cubre la niebla. Empezó en ese momento a cubrirnos una niebla espesa y me dijo:
– A la niebla no hay que hacerle caso; no se puede luchar contra ella. Sólo esperar y dejar que pase y cuando pasa, podemos nuevamente ver con claridad; comprobamos que todo sigue igual que antes.
La niebla comenzó a disiparse y entonces continuó: El segundo consejo sería que sólo tienes que dejar que las cosas ocurran; serenamente, desde la confianza absoluta, sabiendo lo que hay, aunque en esos momentos no seas capaz de ver. Confía, en que todo lo que tenga que llegar a ti, el Universo lo pondrá a tu alcance… sólo tienes que estar despierta.

El CAMBIO, que todos esperamos, es de dentro hacia afuera. Más de lo que creemos y según nuestra capacidad de absorción, el Sol Central nos influencia y tiene efectos sobre nuestro cuerpo físico y sobre nuestro sistema nervioso y emocional. También a nivel celular causa un importante influjo y tiene capacidad de transformación.
Prestamos atención a nuestro cuerpo físico, a nuestra mente y a nuestras emociones. Nos hacemos conscientes de lo que sentimos y cómo nos sentimos.
Vino a verme por sentirse sin energía, con ansiedad y dolores de espalda. La observo mientras me habla de ella y su familia.
Muchos preguntan: pero cómo puedo cambiar algo en mi.
Línea de acción para que nuestro Ser recupere su Poder.- En la medida en que establecemos una conexión sincera y firme con las energías cósmicas (que bien pueden manifestarse como ángeles, arcángeles, la Madre divina o Virgen María, Maestros ascendidos, etc) seremos escuchados según nuestra pureza de intención y podremos recuperar el Poder como seres de Luz que somos.
Muchas personas se han quedado atrapadas en el pasado y desde su papel de víctima no saben ver las posibilidades que les brinda su presente. Los demás son los culpables de sus desgracias.
Cuando la mente se bloquea por una preocupación o disgusto, el cuerpo físico manifiesta ansiedad porque no sabe cómo salir de esa situación. Entonces aparece el miedo y la confusión mental
Si somos seres de luz, tenemos un cuerpo energético que nos abastece y nos sostiene. Y, en nuestro organismo, son las células las encargadas de emitir esa luz.
El ser humano lleva inscrito en su instinto, códigos y modelos de conducta. Estos arquetipos o estructuras anímicas, están en el inconsciente colectivo, y existe una similitud en todas las razas y culturas. Algunos hábitos de conducta pueden ser patrones heredados y no ayuda para nada el justificarnos diciendo «yo soy así o soy igual que mi padre».