Estaba pensando que cuando la mente no es campo fértil, los pensamientos quedan divagando en la superficie y no producen provecho alguno.
Cuando no se prepara la mente para discernir y percibir, los pensamientos quedan a merced del viento, y no vemos el beneficio.
Los pensamientos, las ideas, -los sentimientos que generan- deben echar raíces en el corazón y enraizarse en nuestra alma. Entonces sí, el campo será fértil y adecuado para que nos sostenga y nos nutra, en nuestro proceso de crecer de forma completa como seres humanos.
Estaba pensando que en las palabras está la ilusión de ser, del que no es, todavía.
Y allá donde habitan los pensamientos, la mente, es donde se fabrican esas creencias, manufacturadas, que se denominan a sí mismas justificables y precisas.
Estaba pensando sin querer pensar en todo lo externo que nos fragmenta y nos divide de manera tan inmisericorde y absurda.
Estaba pensando, mientras procuro mantenerme en el Silencio, dejándole espacio a la Verdad que en mi habita.
Gracias por tu compartir, Cris. Bendiciones