
Cómo reponer energía vital

Desde mi posición como terapeuta tengo la oportunidad de ver y reflexionar sobre cómo los humanos podemos llegar a estar tan ‘incompletos’ -sintiéndonos vacíos- debido a que no hemos tomado consciencia de quién somos.
Las dos preguntas más importantes al comenzar la consulta son: ¿Cuál es el motivo que te ha traído aquí? y ¿Cómo te sientes?
Normalmente, la respuesta a la primera pregunta, es poco clara, demasiado vaga y llena de justificaciones (usando la coletilla de ‘por culpa de’). Pero lo más sorprendente es que al hacer la segunda pregunta muchas personas responden ‘no sé’ y les cuesta mucho expresarse o son incapaces de saber la causa de lo que les pasa …
Y esto es debido a que viven alejadas de sí mismas, de su sentir y de sus emociones. Mejor no saber para no sufrir. Mejor mentirse a sí mismos y no tocar los temas que pudiesen hacer daño.
El presente está tan entrelazado al pasado o mejor dicho, su pasado está tan vivo en su presente que al preguntar cómo se sienten tienes que hacer hincapié y repetirles varias veces AHORA . Y te miran perplejas, sin entender muy bien a qué te refieres, porque su sufrimiento es actual aunque su sentir haya quedado perdido en el tiempo.
Entonces, por decir algo, achacamos la amargura o depresión a que la pareja no le entiende y no la hace feliz… por ejemplo. O que la madre le destrozó la vida … mil posibilidades.
Sin más justificaciones, AHORA es lo que importa. ¿Cómo te sientes ahora?. ¿Y qué realmente te hace sentir así? Y si te sientes mal por algo que sucedió ya hace tiempo, tendrás que enfrentarte a ello y comenzar a madurar, sanando emocionalmente, asumiendo el pasado preguntándote, «¿qué enseñanza tiene para mi lo sucedido?» Y es así como podrás volver a situarte en tu presente.
AHORA es lo que importa. ¿Cómo te sientes ahora? Y si dices ‘NO SÉ’. Párate a averiguarlo, porque no es bueno que no te sientas, no es normal ni saludable que te hayas abandonado y te seas indiferente a ti misma ….
AHORA qué hacer o cómo deshacer tanta maraña que no te deja ver tu presente.
Paso a paso.. Pide a alguien que te ayude. Alguien que te escuche y sepa orientarte para sanar tus emociones del pasado y ordenar tu presente. Que puedas contar tu historia sin que te afecte, perdonándote y perdonando a los demás. Con gran amor hacia ti mismo y los demás. Mirando de frente la vida.
Sé Observadora de ti misma. Escúchate. Préstate atención. Permítete realizar tus sueños. Permítete venir a tu presente.
Yo quise vivir la vida como si de una gran aventura se tratase y me dejé la piel en conseguirlo.
Luego aprendí que mi equivocación fue el no haberle dado el enfoque correcto -que por su sutileza no había captado- y es que el deseo lleva consigo la decepción.
El deseo siempre es por algo externo y todo lo externo es efímero y todo lo efímero… termina … es ilusión.
Sin embargo, ahora descubro el anhelo y su profundo significado. El anhelo nace en el espíritu y una vez aparece queda prendido como una llama sagrada. El anhelo siempre es por algo sublime, vivaz y perenne.
Cuál es mi anhelo ahora que se han esfumado los deseos…
El anhelo va más allá del sentimiento individual… si habla de amor está nombrando el Amor. El espíritu, cuando roza el anhelo, crea un estado de armonía y compasión que envuelve todo y a todos.
El anhelo es aspiración e inspiración profunda en el Bien común.
El ‘niño interior’ o la ‘niña interior’ es esa parte de nuestro ser esencial que se quedó atrás, rezagado, -olvidado-. Nuestro niño interior representa la INOCENCIA, la espontaneidad del corazón amoroso. La Inocencia va ligada a la confianza absoluta.
Utilizando la técnica de visualización y regresión, podemos adentrarnos en el subconsciente y RESCATAR a nuestro niño o niña interior.
En ese encuentro hay una explosión de emociones y sentimientos. Por fin, toda la angustia reprimida tiene posibilidad de expresión. Todos los sentimientos sumergidos de abandono, vacío, tristeza e infelicidad -de los que no eramos conscientes- desaparecen.
Esta toma de consciencia, en ese encuentro, crea una ‘fusión’ que nos hará seres COMPLETOS. Se abre ante nosotros una nueva responsabilidad y compromiso con nosotros mismos.
Pero, a partir de ahora, asumimos y aceptamos quien somos.
Desde mi ser, saludo a los ángeles guardianes, a los seres de luz y a los maestros ascendidos para que me guíen en mi auto-sanación y evolución.
Desde el poder de mi espíritu, decido aplicar el Amor Incondicional en cada acción de mi vida, para mi bien y el Bien común.
Gracias. Gracias. Gracias.
No hay actitud más despreciable que crear debilidad emocional en el otro a través de la amenaza. Inconscientemente; ignorando el alcance desestabilizador que puede tener una frase como «si no te portas bien no te voy a querer más» que le dicen algunos progenitores al niño. O en una relación de pareja, el que se siente fuerte intimida al otro «esto es lo que hay, si no te gusta te largas», sin posibilidad para el diálogo y el acuerdo.
También está el miedo ajeno, que igualmente nos condiciona y coarta nuestra libertad. Por ejemplo, el miedo excesivo de la madre a que el niño se haga daño o sufra. El miedo desorbitado a perder la pareja, los miedos impuestos a través de la religión, el miedo irracional de la propia mente que crea obsesiones compulsivas y trastornos de conducta.
Todos estos tipos de miedos, propios y ajenos, creados por relaciones o actitudes insanas hacen a la persona dependiente, temerosa, insegura y con baja autoestima.
Los miedos se disuelven con el amor hacia nosotros mismos. Nadie tiene el poder de dañarnos si nos valoramos correctamente y honramos quien somos.
Lo primero; ponte en el centro de ti mismo y toma consciencia de que tu vida es vida universal.
Asumir esta primera verdad transformará tu voluntad individual, ampliándola, expandiéndola en una voluntad mucho mayor, entrelazada al Plan Cósmico. Amplifica y profundiza la visión de ti mismo.
Lo segundo a lo que se te invita a realizar es EXPERIMENTAR tu realidad. Sentir todos esos cambios que irán ocurriendo en ti de forma gradual y natural. Déjate fluir desde el corazón.
En tercer lugar, mírate en un espejo y preséntate a ti mismo. Mírate a los ojos, tómate tu tiempo para ir hacia dentro y ve al encuentro de tu ser, quien eres. Reconócete con todos tus valores y debilidades, con todas tus luces y sombras. Acéptate.
Y ahora date vida real, desde el compromiso contigo mismo, hazte dueño de tu vida Desde la intención clara de lo que quieres y la decisión a crearlo.