El ‘niño interior’ o la ‘niña interior’ es esa parte de nuestro ser esencial que se quedó atrás, rezagado, -olvidado-. Nuestro niño interior representa la INOCENCIA, la espontaneidad del corazón amoroso. La Inocencia va ligada a la confianza absoluta.
Utilizando la técnica de visualización y regresión, podemos adentrarnos en el subconsciente y RESCATAR a nuestro niño o niña interior.
En ese encuentro hay una explosión de emociones y sentimientos. Por fin, toda la angustia reprimida tiene posibilidad de expresión. Todos los sentimientos sumergidos de abandono, vacío, tristeza e infelicidad -de los que no eramos conscientes- desaparecen.
Esta toma de consciencia, en ese encuentro, crea una ‘fusión’ que nos hará seres COMPLETOS. Se abre ante nosotros una nueva responsabilidad y compromiso con nosotros mismos.
Pero, a partir de ahora, asumimos y aceptamos quien somos.
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