
Pero no sólo se trata de generar nueva energía, primero habrá que ‘depurar’ la que ya hay: pensamientos, ideas, creencias, emociones y sentimientos del pasado que todavía llevamos a cuesta como una carga pesada.
Si no hacemos ese trabajo de limpieza emocional, lo que hacemos es reaccionar desde viejos patrones, creando nuevos problemas y conflictos dentro de un círculo vicioso del que no sabemos salir. Todo eso crea sobre-esfuerzo y sufrimiento.
Nuestro cuerpo energético es nuestro CUERPO DE LUZ, es nuestro vehículo para movernos hacia otras dimensiones de nuestro ser. Desde él, visionamos y creamos. Cómo ir a «repostar combustible pránico»:
1) Alimentándonos de productos frescos que nos proporcionen energía.
2) Absorbiendo energía a través de los sentidos de forma amorosa. Nos afecta a todos los niveles lo que escuchamos, vemos, olemos, degustamos …
3) Nos aflige o motiva nuestra actitud negativa o positiva.
4) Actuar desde la Conciencia: descansar, comer, caminar, hablar conscientemente.
5) Desarrollar la conciencia individual y colectiva a través de la Meditación.
6) Practicar alguna disciplina que ayude a generar energía vital. Yoga, Chi Kung, Reiki, etc.
Tenemos la capacidad de nutrir de energía vital nuestro cuerpo físico así como nuestro espíritu. Hacernos responsables de nuestra nutrición íntegra logramos salud y abundancia a todos los niveles de nuestro ser.