Hemos delegado nuestra vida enteramente y nos hemos convertido en seres frágiles y dependientes. Tenemos que recuperar a nuestro Ser, nuestra autenticidad, nuestra originalidad, nuestra dignidad y nuestra vida.
Hoy en día se ha hecho evidente que nos tenemos que cuestionar todos los sistemas que nos rigen pues desde el primero al último nos están llevando a la desgracia personal y colectiva planetaria. El fracaso de esta humanidad viene de la codicia de los que se han hecho con el Poder y que impunemente han corrompido y asfixiado el más mínimo impulso humanitario… y lo seguimos permitiendo…
En el caso de los sistemas que se encargan de la Salud igualmente, la poderosa industria farmaceutica, ha conseguido exitosamente hacer crónicas muchas enfermedades además de crear muchas nuevas. Lo sabemos pero no pasa nada, todo sigue igual.
Pero ha llegado el momento en que tomemos conciencia de todo ello. Hemos permitido que ocurriese por la simple razón de que hemos delegado nuestra vida en otros. Hemos puesto enteramente en manos de otros nuestra salud, nuestra educación, nuestra dignidad, nuestras creencias … es por esta simple razón que todo ello ha podido suceder y ahora nos vemos hundidos en esta inmensa crisis externa e interna, que nos afecta a todos.
Nos hicieron sumisos y dependientes. Somos sumisos y dependientes, no sabemos pensar. Somos inmaduros para ello. Y los que tienen el Poder se sienten a salvo.
La solución efectiva es un cambio desde las raíces y eso significa que, cada uno de nosotros despierte y haga el cambio en sí mismo. Cada uno de nosotros responsabilice de hacer el cambio en sí mismo. Terminar con frases como «pero eso es muy difícil», «ufff, eso es imposible» …
¡Se puede! y sobran ya las palabras, todos estamos viviendo el caos. Las respuestas están dentro.