
Una cosa es el dios personal que hemos hecho a nuestra conveniencia y medida; para que nos provea, proteja, nos haga justicia, escuche nuestras súplicas y sea él, el responsable de nuestra vida.
Y otro es, el Dios impersonal; Inteligencia Suprema creadora, Fuente de la energía del Amor Incondicional. Que no juzga ni castiga porque no es un señor poderoso que tiene elegidos …
La mayoría de personas han sido adoctrinadas desde el miedo a ser obedientes ciegos a sistemas opresores. Y desde el miedo tener bajo control el pensamiento y capacidad de acción de las masas. Y esto se ha convertido en lo normal.
Esa aceptación ha convertido a muchos en esclavos voluntarios. Ya sin pensar en la posibilidad de que podría haber otras posibilidades, uno ni se cuestiona el cambio.
«ESTO ES LO QUE HAY», escuchamos decir. Y no nos permitimos pensar, imaginar, soñar, idear, otras formas que nos permita mejorar nuestra calidad de vida -para nosotros mismos- y de paso para el conjunto de la sociedad.
El Universo está en continuo movimiento creativo y nosotros, todos los seres vivos, -si no ponemos resistencia- podemos FLUIR en él, con él, para hacer nuestra existencia más fácil.
Podríamos sacudirnos de encima esa creencia castradora de que un dios castigador/bondadoso está juzgándonos si somos buenos/malos, que entra en ira o es complaciente ,,, todo estas creencias son realmente infantiles y nos mantiene alejados de todo nuestro potencial, como seres divinos que somos. Porque el ser humano vive en un mundo de dualidad, claramente hemos hecho un dios a nuestra semejanza…
Trascender nuestra Mente; ir más allá del razonamiento y la lógica, nos llevará a expandir nuestra Conciencia y es ella la que nos guiará a nuestro interior, donde podremos vivenciar la Fuerza del Amor Incondicional, que es Dios, y está dentro de cada uno de nosotros.
«Dios sólo establece relaciones de igualdad».
«Yo Soy Dios en acción en mi»