El estado de Conciencia despierta

Cuando somos totalmente conscientes de que el tiempo encapsulado en un reloj y en un calendario no es real y nos zafamos de ese condicionamiento y concepto, comenzamos a percatarnos de que podemos diferenciar épocas o instantes intensos de nuestra vida, como si fuesen diferentes vidas dentro de una misma. Y ver y sentir como ni la Realidad ni el Tiempo tiene forma alguna pero los podemos materializar y hacerlos elásticos, manejables y amoldables según nuestros deseos y necesidades.

Todo en este mundo de la Tercera Dimensión es relativo y ajustable. Salgamos de la rigidez mental.

Para ello tenemos que comenzar a practicar la disciplina de la concentración y hacernos observadores de nosotros mismos para adquirir el conocimiento sobre nuestro Ser y espíritu hasta dominar el «Yo no soy mi Mente, tengo una Mente a mi servicio. Yo no soy mi cuerpo, tengo un cuerpo a mi servicio»,

El estado de Conciencia despierta surge cuando, siendo Observadores de nosotros mismos, podemos diferencias el parloteo de la Mente de la voz interior de nuestra Alma. Acrecentando así nuestro potencial de SENTIR la Realidad atemporal en toda su magnitud (dependiendo por supuesto de nuestra capacidad imaginaria) y hacernos dueños de nuestra vida.


En el estado de alerta, podemos distinguir los pensamientos impulsivos de los que nacen de la Intuición. De ahí surge el destello de la auto-realización.. Ya no más sufrimiento gratuito. Cuando dominamos nuestra vida y sabemos quienes somos, nos ponemos en manos de las Fuerzas Universales que llamamos Dios.

De la semilla de una manzana solo puede nacer un manzano. De la semilla de Dios en nosotros… qué piensas puede crecer …