
La pobreza es carencia de lo necesario para vivir y la falta de Amor resulta ser la mayor de las pobrezas porque nos aísla en la amargura y la soledad.
El Amor no es sólo un sentimiento; nuestra nobleza, como individuos, está basada en el Amor que somos; en la cantidad y calidad de Amor que somos capaces de sentir por nosotros mismos y por los demás.
Si te sientes pobre en Amor -para dar así como para recibir- seguramente esa creencia terminará minando tu corazón, haciéndote insensible, de apariencia fría, desconfiado. Y tomarás el rol de víctima.
Inconscientemente, piensas que es la forma de protegerte. Por el miedo a ser rechazado o porque hayas sufrido en el pasado humillaciones o abandono.
Cuando nos hacemos conscientes de nuestra pobreza, la reconocemos, la identificamos… y nos damos cuenta de su inutilidad, de la privación de felicidad que supone y del daño que nos hace… decimos BASTA. Y a partir de ahí podemos exaltar nuestras cualidades y talentos…. comenzamos a amarnos.
COMENZAR A AMARNOS en pequeños detalles. Prohibido castigarnos, etiquetarnos negativamente: «es que soy tonta»… «podría haberlo hecho mejor»… «no sirvo para nada»… «¿quién se va a fijar en mi?»…
Salir de la pobreza afectiva, valorando quien somos, -aceptándonos a nosotros mismos- eso en primer lugar. Y luego, sentirnos capaces de mejorar lo que nos propongamos. …
¿Cuál es mi deseo más profundo? ¿Cuál es mi secreto mejor guardado y que hoy me voy a permitir sacar a la luz?