El Amor y la Compasión no surgen de la Nada sino de los corazones que alguna vez tocaron fondo y saben entender -porque lo han experimentado- las miserias humanas.
Es entonces cuando uno está preparado para renacer; desde la renuncia al Ego.
Es entonces cuando uno se siente capaz de enfrentarse a sus sombras y a sus miedos, sintiéndolos como algo relativo.
Nos resistimos a adaptarnos a los cambios que la vida misma -llamemosle destino- nos plantea o nos impone … y es entonces cuando aparece el sufrimiento y los conflictos –en y con nosotros mismos– por no ACEPTAR o no saber manejarlos.
Desde la Conciencia de Ser vivimos la vida como un desafío. Vivimos desde el Espíritu, desarrollando nuestra espiritualidad como algo prioritario y esencial.
Es así como nuestra Conciencia se acrecienta y expande, percibiendo los misterios de la vida sin intentar descifrarlos y por supuesto sin intentar manipularlos.
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Amen 🙂