Levantamos muros cuando nos sentimos amenazados. Los muros que levantamos en nuestra mente nos aíslan del exterior; pero también de lo bueno que nos podría enriquecer. Si mantenemos una actitud de mente cerrada nos apartamos de las nuevas ideas y de las nuevas posibilidades.
Podemos desarrollar y fortalecer nuestro Ser. Tenemos la capacidad de percibir y aprender nuevas y mejores maneras de relacionarnos con el mundo exterior y con nuestro mundo interior. Tenemos el poder del discernimiento para elegir y decidir cómo hacer las cosas acorde a nuestra naturaleza.
Es la inseguridad lo que nos incapacita SER quien somos. Y la inseguridad es debilidad mental y emocional.
Sucede a veces que nuestra mejor voluntad y confianza en nosotros mismos se viene abajo. Que las dudas comienzan a enturbiar nuestro ánimo y buena disposición. Y aparecen los miedos. La mente aprovecha para lanzar pensamientos negativos.
¿Cómo recuperar la confianza en nosotros mismos? .- Poniendo orden en la casa de nuestra Alma, aprendiendo a identificar nuestro verdadero Ser; sus carencias y sus talentos.
Purificando nuestros propios pensamientos, emociones e ideas para poder así renovar regularmente los propios valores. «Yo Soy lo que me proponga ser desde mi Ser».
Hay muchos tipos de MIEDO, comencemos por reconocer el miedo a no ser aprobado y aceptado. Ese miedo lleva a la persona a ser excesivamente amable y servicial. Uno deja de ser quien es por complacer a los demás y conceder favores de forma ilimitada. Este miedo se camufla en una apariencia de amor y bondad que termina por anularse y dejarse manipular sin permitirse ser quien es.
Y este es un ejemplo que padecen hoy en día muchos niños en los colegios. El ACOSO ESCOLAR se produce en niños sin voluntad y sin identidad, incapaces de saber defenderse. Aparte de educar al acosador, el niño acosado debe recibir con urgencia las herramientas necesarias para fortalecer su auto-estima y su autoridad natural.
La INTUICIÓN es la auténtica Voz del Alma. La intuición fomenta la confianza en sí mismo. Desde la Meditación se puede desarrollar la escucha interior y esa conexión con el Alma, necesaria para fortalecer la identidad de nuestro Ser.