Tomamos posición en la vida, como las fichas en el tablero de ajedrez, … y ese posicionarse brinda ventaja o desventaja. brinda poder o derrota … Yo decido. Yo me posiciono. Yo tomo conciencia de mis talentos. Yo me hago valer poniéndome en mi sitio, en el sitio que me corresponde; yo lo elijo. Y en eso radica mi libertad.
Todo en mi habla de cómo yo me valoro y el otro lo capta (para animarme o para tener ventaja sobre mi, para acompañarme o alejarse). En la forma, en la actitud, en la postura y en el gesto, consciente o inconscientemente, nos posicionamos ante la vida para relacionarnos con los demás. Desde el miedo y la inseguridad, dejando que otro me manipule. O desde la valentía, desde el dominio de lo que considero correcto y la confianza en mis talentos.
Lo mejor es conocernos a nosotros mismos y hacerlo desde quien somos, con autoridad natural y sin esfuerzo. Al posicionarnos -según la estima por nosotros mismos- estamos valorándonos frente a los demás.
Sentémonos en silencio para abrazar nuestro corazón y nuestra alma. Sintonicemos con los ciclos de la Naturaleza. Seamos agradecidos.