El miedo. La inseguridad. La desconfianza. El sentirse acorralado. Todo eso puede volver a uno agresivo.
Cuando el Amor está ausente, la educación es agresiva. Cuando no hay vocación ni ética, la Medicina se vuelve agresiva. La justicia es agresiva cuando aplica la ley de forma implacable (sin compasión).
La agresividad es atacar con rabia y odio. Es agresivo quien hace explosionar violentamente su cólera, mediante la palabra o el maltrato corporal. No hay nada que justifique esa actitud que siempre va dirigida contra el más débil.
Hay una agresividad simulada en las relaciones amorosas cuando la persona es posesiva, manipuladora, celosa, …
Todo lo que implique dominar al otro , anular al otro, esclavizar al otro, humillar al otro, -sea en el grado que sea- es agresividad.
Muchas personas son coléricas de forma incontrolada y después de sus reacciones hirientes se sienten culpables. Estas manifestaciones de irritabilidad incontrolable es debido a un exceso de ‘fuego’ en su hígado. Deberían cuidar su dieta y hacer por equilibrar la energía en sus chakras, sobre todo el del Plexo Solar.
Todo tiene una razón de ser, también cuando hay un carácter colérico o irritable uno se debería preguntar ¿qué me pasa?, ¿dónde me afecta? ¿cómo puedo mejorar mi carácter? ¿cómo sanar mi corazón herido, mis emociones pasadas?
Es posible cambiar nuestra actitud, mejorar nuestro ánimo. Y es de agradecer.
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