La comprensión que me llega sin palabras expande mi Conciencia, es después que mi mente encuentra la forma de explicarla, o mejor, se tranquiliza cuando otro la expresa y así no se siente extraña o insensata …
Y siente mi corazón más allá de lo que mi mente puede contener y por eso a veces -exteriormente- puede parecer que me flaquea la coherencia entre el maravilloso asombro de vivir y la apatía de una existencia forzada.
Demasiados años sujeta a un existir corriente, por no herir o escandalizar a la gente cercana. Llevar el mismo paso, asentir, consentir …
Ya ves tu, qué les importas tu, sino ellos. Porque la gente normal y común no soporta la «anormalidad» de las personas «diferentes». ¿Os habéis dado cuenta, no?
A los niños que no se les ha prohibido expresarse en su entorno familiar y tienen una autoestima y personalidad fuerte y sana, al entrar en el mundo escolar, ya se encargan el sistema educativo y los demás niños, de que se incorpore al redil.
Para ser diferente hace falta fortaleza y equilibrio interior. Tiene que haber desapego de la opinión de los demás. Hay que tener claro quién es uno. Si la Fuente del sustento es el Ego, creará soberbia. Pero si la Fuente es el Alma, entonces estará a salvo del mundo de las pasiones y la mediocridad.