Es tiempo de desacelerar y mirar en el interior. Veamos las señales; nada es casualidad. Toda la humanidad forma un sólo cuerpo y este cuerpo ahora mismo está muy enfermo; esta es nuestra realidad.
Es tiempo de no poner más resistencias a ser traídos a la Conciencia que clama una nueva dirección; más humana y más divina.
Termina un año y toca hacer algunas reflexiones: ¿he conseguido aprender de los errores? ¿Qué cosas he descubierto de mi mismo que puedo mejorar? ¿He amado sincera y profundamente? ¿He logrado desde mi corazón conectar con los demás y dar lo mejor de mi?
Apostemos por el cambio hacia un entendimiento compasivo en Amor consciente.
Entre todos tenemos que crear el impulso hacia adelante y hacer de este año nuevo 2015 un tiempo de facilidad, purificación, equilibrio y dignidad.
Llenemos de luces el árbol que nos representa y que alumbre nuestro camino.
Feliz Navidad.