La Medicina del Alma

Toda enfermedad es desarmonía y falta de alineamiento y control a nivel energético.

Desde siempre han existido medicinas naturales, alternativas y complementarias, que se basan en desbloquear y reactivar las energías del cuerpo físico, mental y emocional. La enfermedad, sea física o mental, aparece cuando algún sistema energético pierde su equilibrio. Es entonces cuando primero se manifiestan algunos síntomas de aviso, como el agotamiento o la irritabilidad y luego la enfermedad podría aparecer tarde o temprano afectando a algún órgano, si no lo atajamos a tiempo.

Cuando se consigue concentrar las energías dispersas, se desechan las energías tóxicas, se desbloquean y reactivan los centros energéticos para que fluya nuevamente con normalidad la energía vital, entonces se recupera la salud íntegra. Pero para ello hay que hacer un trabajo de purificación y conocimiento de sí mismo, si hay un deseo sincero para ello.

La Medicina del Alma, contempla toda dolencia como una oportunidad para purificarnos. Una ocasión para rectificar actitudes emocionales erróneas. Porque éste es el principal factor, los conflictos emocionales, son los que crean afecciones tanto física como mentales, tan a la orden del día como son la ansiedad, crisis de pánico y estrés.

Las alteraciones internas debido a las preocupaciones excesivas o los trastornos y malestar causados por los excesos de enfados y rabia acumulada, afecta al estómago, al páncreas y a la vesícula… y éste es un pequeño ejemplo de cómo las emociones, que no son procesadas, se pueden enquistar en nuestro cuerpo físico, dañándolo.

Un sanador, desde la Medicina del Alma , sabe acerca de las energías internas y de las energías superiores sanadoras y posee comprensión intuitiva para tratar todo desequilibrio. Su función es la de inspirar a la otra persona en su capacidad para la auto-sanación.

Desbloquear y redistribuir la energía.

Tenemos siete centros energéticos principales más cientos de fibras nerviosas, como corrientes energéticas, que recorren nuestro cuerpo físico desde la cabeza a la punta de los pies pasando por la columna vertebral, como canal que une la mente y el corazón, pero vivimos desconectados de esta realidad de nosotros mismos. Y en lugar de FLUIR vivimos desde la resistencia y el conflicto.

Por ejemplo, no nos hacemos conscientes de que podemos solucionar cosas tan concretas como la rabia, los apegos, el estrés y la ansiedad que son factores que hace que se pierda nuestra energía vital. Y sin embargo, no nos han enseñado a crear cambios en nosotros y terminar con hábitos insanos. Reconstruirnos es posible.

Los seres humanos somos unidades energéticas. Si la energía deja de fluir correctamente, debido a conflictos emocionales -principalmente con nosotros mismos-, esa energía se va acumulando, primero, en algún punto de nuestro cuerpo astral creando como una corteza dura -un bloqueo- y finalmente se manifiesta en enfermedad en el cuerpo físico o cuerpo mental.

Tenemos que crear hábitos correctos en la alimentación, en el tiempo de descanso y la actividad física, para que nuestro cuerpo energético funcione debidamente.

Si consigues estar emocionalmente sano, es decir, que solucionas tus problemas sin demora, teniendo una actitud flexible y un estado de ánimo paciente, entonces también estás cuidando tu salud física y mental. Esto significa tener control sobre los sentidos.

El cansancio, la somnolencia, la irritabilidad, la falta de claridad mental, todo ello son síntomas de tener poca energía vital.

Podemos aprender a generar y almacenar energía vital, y el Yoga es la mejor ciencia para enseñarnos cómo conseguirlo. También el Reiki es un Camino para experimentar que somos energía y nos enseña a desbloquearla y redistribuirla para crecer y evolucionar como seres humanos.

Con cada experiencia integrada crecemos al siguiente nivel de Conciencia.

Asuntos pendientes

hombre corazonDEJAR EL PASADO EN EL PASADO no es fácil pero es necesario. Todos tenemos asuntos emocionales pendientes por cerrar. Si no nos atrevemos a enfrentarnos a ellos seguimos cargando con el pasado a cuestas.

Cuando hemos hecho daño a otra persona y la hemos dejado sufriendo. Cuando hemos desatendido nuestros deberes con nuestros mayores. Cuando ha habido engaño, ofensa, incumplimiento de promesas … o al contrario, el daño nos lo han hecho a nosotros. En cualquier caso las acciones a seguir es la del perdón y la aceptación, desde el corazón.

Está el que se fue enfadado de la casa paterna sin resolver algún asunto… y ha comenzado una nueva etapa pero con la mente y el corazón no enteramente libres para afrontar lo nuevo.

Muchos no se sienten contentos consigo mismos sin saber porqué; se sienten frustrados, con ansiedad, depresivos, irritables … y dicen que no saben la razón, no le dan importancia a lo que creen ya está olvidado pero que en realidad sigue siendo una herida abierta en el corazón. La verdad es que no se quiere reconocer que tienen asuntos pendientes por resolver y sanar.

Cuando nos hacemos conscientes de que «algo» nos está impidiendo sentirnos felices aunque externamente lo tenemos todo, entonces es el momento de ir a nuestro INTERIOR y escuchar a nuestro corazón. Con toda seguridad encontraremos qué es lo que nos perturba o cuál es el obstáculo por solucionar.

Cualquier emoción del pasado por resolver -resentimiento, rabia, miedo, incógnita,…- debemos pararnos y enfrentarnos a ella. Es la única manera de liberarnos de esa carga.

El sentimiento de vergüenza o una conducta de agresividad, fobia, aislamiento, … todo lo que arrastramos con nosotros y nos lleva a las adicciones, a necesitar fármacos o a la incapacidad de relacionarnos con los demás, necesita de una limpieza emocional del pasado.

Tenemos que saldar los asuntos emocionales pendientes. Liberarnos de toda carga que reprimimos y nos causa tensión y enfermedades.

Y tomar la costumbre de que, enseguida que aparezca un problema, solucionarlo inmediatamente. NO POSPONER. Resolver de inmediato hablando lo que nos preocupa, evitando malos entendidos, buscar siempre el consenso desde la buena voluntad y disposición… así nos sentiremos más contentos con nosotros mismos.

Las sutilezas del REIKI

reiki, corazon de luzNo hay que esperar a ponerse enfermo; mejoremos nuestra salud mientras nos sentimos con energía. Y lo recomendable es hacerlo llevando una vida sana, practicando ejercicio físico, procurando una estabilidad emocional y nutriendo nuestro cuerpo espiritual.

Comprendo que una inmensa mayoría sea escéptica cuando se habla del Reiki, de la Conciencia Superior o del mundo interior espiritual. A muchos  les molesta las palabras Dios, fe, y todas las relacionadas con nuestra parte divina. ¡Resistencias mentales!

Sin embargo, no hace falta ser un entendido para darse cuenta que tal como se está viviendo en este  mundo material, sin valores éticos, el sufrimiento físico, mental y emocional, han multiplicado las enfermedades mentales  de forma alarmante. Y cuanto más brotan las situaciones desesperantes más se alejan de las fórmulas correctas optando por medidas agresivas inclusive a nivel médico.

REIKI, así como otros sistemas naturales de sanación, funcionan mejor desde la prevención. Uno de sus objetivos es equilibrar los centros energéticos y fortalecer el cuerpo emocional y mental.

En el REIKI, desde la primera iniciación o bien en las sesiones dadas por un maestro, se transmite un Aliento de energía cósmica que impulsa a la sanación y purificación del cuerpo físico, mental y emocional. Y es la  persona receptora la que, desde su propia Conciencia expandida, la que promueve los cambios necesarios para que suceda lo mejor para ella; se van deshaciendo las resistencias.

Las iniciaciones REIKI, en sus tres niveles, propician la conexión con el Alma y las energías universales, a medida que se va purificando el ego y la energía vital se hace cada vez más sutil y logra elevarse hasta alcanzar el chakra del Tercer Ojo donde duerme la INTUICIÓN.

 

REIKI y los chakras.

Los Chakras son los encargados de almacenar, transformar, distribuir y ajustar la Energía Vital del organismo. Actúan como puertas de entrada del Prana que es la energía más refinada.

Existen energías tóxicas que enferman los órganos: vergüenza, humillación, resignación, envidia, cólera, frustración, miedos, desamor, falta de autoestima, sensación de vacío o abandono, amargura, victimismo, pesimismo, soledad, estrés, ansiedad, impotencia, inseguridad… y éstas envenenan nuestro organismo.
Podemos comprender y beneficiarnos del funcionamiento de los Chakras a través de la iniciación y práctica de REIKI. Experimentamos entonces que SOMOS ENERGÍA. Tomamos las riendas de nuestra salud física, mental y emocional.
Los Chakras absorben la Energía, la procesan y la asimilan, sintonizándola a la frecuencia vibratoria de nuestro Ser. Esto nos ayuda a expandir nuestra Conciencia.
No hay teoría. REIKI nos lleva directamente a descubrir nuestra naturaleza y nos acerca a lo primordial de la vida en todos sus niveles.
Cada uno de los siete principales chakras en nuestro cuerpo rige el funcionamiento de una glándula endocrina:
CHAKRA RAÍZ.- Ubicado en el Perineo. Rige las glándulas suprarrenales.
CHAKRA SACRO.- Debajo del ombligo. Rige el funcionamiento de nuestros órganos sexuales.
CHAKRA PLEXO SOLAR.- Ubicado en el plexo solar. Rige el funcionamiento del sistema digestivo y del páncreas.
CHAKRA CORAZÓN.- En el centro del pecho. Rige el funcionamiento de la glándula Timo (sistema inmune).
CHAKRA GARGANTA.- Ubicado en la garganta. Rige la glándula Tiroides.
CHAKRA TERCER OJO.- Ubicado en el entrecejo. Rige el funcionamiento de las glándulas Hipófisis e Hipotálamo.
CHAKRA CORONA.-  Ubicado en la coronilla. Rige el funcionamiento de la glándula Pineal.
Los Chakras nos aportan además información sobre nuestra salud. El exceso o deficiencia de energía, el estar bloqueado alguno de ellos, todo ello supone finalmente una enfermedad física.
REIKI equilibra y alinea la energía vital,   permitiendo fluya libremente, reactivándola y devolviendo el equilibrio físico, mental y emocional al Ser.

Las emociones

energias-coloresSe despiertan las memorias y brotan emociones olvidadas o escondidas. Poco queremos saber de nosotros mismos. Da miedo enfrentarnos a nuestras debilidades …  tenemos secretos que hemos decidido llevarnos a la tumba y cargamos con ellos, aunque ocupen un espacio que sería precioso para llenarlo de alegría … o tranquilidad.

Las emociones son energías. Los pensamientos son energías. Y estas energías se mueven,fluyen, se bloquean, forman nudos e inclusive crean tumores cuando se convierten en energías tóxicas y por largo tiempo se estancan.

Sabiendo y entendiendo esto, podemos aprender a liberarlas. Podemos hacer para refinarlas y almacenarlas para ponerlas al servicio de nuestra salud.

Lo que no debemos hacer jamás. Ya nunca más. Es guardarnos la rabia,la frustración, el resentimiento, el miedo. Porque son energías que nos dañan a todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritualmente.

Tenemos que PURIFICAR las energías negativas desde el perdón. Podemos TRANSFORMAR estas energías entendiendo que todo lo que nos ocurre en la vida tiene una enseñanza para nosotros. Y así poder AGRADECER, ACEPTAR. Y FLUIR …

 

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Cómo utilizar la energía vital

chakras en movimientoSi nos sentimos estancados y queremos seguir avanzando en nuestro crecimiento personal evolutivo, debemos poner atención en cómo se encuentra nuestra energía vital. Debemos  desbloquear los centros energéticos que están obstruidos.

Nuestro cuerpo nos está indicando que es el momento de crear más energía vital, depurarla,  almacenarla y también dirigirla allí donde haga falta.

Primero tenemos que aprender a sentir la energía y experimentar cómo se mueve, cómo es su vibración y su estado. Podemos aprender fácilmente -sólo hace falta dedicación- a percibir si en nuestros centros energéticos -chakras- hay exceso o deficiencia de energía vital y regularla.

A través del Kriya Yoga y otras ramas del Yoga,  también a través de  Reiki, Chi Qon y otras disciplinas y sistemas que trabajan con las energías y los chakras, podemos aprender a centrar todas las energías dispersas en nuestro cuerpo, a procesarlas y transferirlas allá donde haga falta para sanar nuestro cuerpo físico, mental-emocional y espiritual.

Llegaremos así a hacernos conscientes de cómo la energía vital afecta a  nuestro estado mental y emocional, que es donde está la raíz de todas las enfermedades físicas.

La energía vital se mueve en nuestro cuerpo como las aguas por los ríos; a veces por exceso ocurren desbordamientos o también sucede que por encontrar obstáculos en su camino, puede alterarse su curso o quedar bloqueada en algún lugar. Todas esas anomalías causan las enfermedades.

Los siete chakras principales están alineados  y conectados a un canal central llamado Sushunna que va a lo largo de la columna vertebral. Sube y baja por él la energía, desde la raíz, situada en el perineo cerca del coxis,   hasta la coronilla. El fluir de la energía vital entre los chakras los hace girar como si fuesen vórtices que expulsan energía tóxica y absorben nueva energía.

La alineación de los chakras, la meditación y visualización   de nuestras raíces energéticas  bien enraizadas a la Madre Tierra, es una de las mejores formas de prevenir enfermedades. Entrar en contacto con nuestra energía vital -hacernos conscientes de que somos ENERGÍA- ampliará nuestra percepción de nosotros mismos, ampliará nuestro compromiso y responsabilidad con nosotros mismos, ampliará nuestra Conciencia y capacidades, ampliará nuestro conocimiento intuitivo, … y así hasta el infinito …

 

 

 

 

Las emociones y la salud.

MUJERPRECIOSAPermanentemente  la Naturaleza -como ser vivo-   está creando, muriendo y renaciendo… inclusive está ‘destruyéndose’ para volver a crear y recrearse en sí misma. Está soltando, vaciando, -en continuo movimiento- reemplazando lo viejo, para poder renovar se Belleza completamente y en profundidad.

Y nosotros, humanos, somos  dentro de la Naturaleza, formamos parte de ella.  Si nos sincronizamos con ella, podemos  beneficiamos de su sabiduría y generosidad. Podemos ver sus señales y fluir dentro de los cambios cíclicos a los que estamos expuestos.  .

No existe en la vida ningún sistema cerrado o sin salida. Tampoco en nuestro cuerpo. Tenemos, por ejemplo,  la piel como el mayor órgano de absorción de energía y de expulsión de toxinas.

Somos seres saludables por naturaleza. Todo lo que obstaculiza la fluidez de vida -la energía vital- debe ser eliminado.

Todo lo que obstaculiza la fluidez de vida crea enfermedad, desequilibrio energético. Y es a nivel emocional donde están las mayores resistencias y rigidez debido a la represión de emociones.

Toda esa obstrucción energética  y falta de expresión se materializa finalmente en el cuerpo físico a través de erupciones, fiebre, alergias, congestión, dolores, intolerancias, irritación, fatiga, dependencias … y un largo etcétera.

Existen siete emociones básicas que son tóxicas y nos limitan:

MIEDOS – INSEGURIDAD – APATÍA  – SOLEDAD – HIPERSENSIBILIDAD  – SERVILISMO  – BAJA AUTOESTIMA.

Todas ellas crean de alguna manera dependencia emocional y sufrimiento. El sistema inmunológico se debilita ante los conflictos emocionales  que pueden llegar a desatar crisis de ansiedad y estrés si no se atienden en sus primeras fases.

¿Cuáles son las emociones positivas y saludables? Correcta valoración de uno mismo, aceptación de nuestras limitaciones, optimismo, serenidad, confianza, paciencia …

¿Cómo convertirnos en nuestros propios sanadores y maestros? Responsabilizándonos de nuestra salud física,  mental y emocional. Cuidando de nuestra alimentación y horas de descanso. Dedicándonos un tiempo cada día a nosotros mismos.  Aprender técnicas de respiración para conectar con nuestro interior.  La meditación o la oración, el yoga, Reiki, Mindfulness y otras muchas técnicas y disciplinas para el crecimiento personal,  nos pueden ayudar a reconectar con nosotros mismos.

 

 

 

 

Un poco de mi sentir

yo.fran espaldasHan pasado muchísimos años desde que elegí entrar en el Camino de la espiritualidad y el crecimiento personal. Son muchas también las experiencias vividas que me han ido confirmando y afirmándome que ese es el verdadero Camino… por el que se puede transitar de muchas formas pero donde el propósito y la intención es una: evolucionar como ser humano. O sea, salir de la mediocridad.

Comencé siendo muy joven, desde la confusión total. Desde la frustración y también desde la rabia, el desánimo y hasta desde la desesperación … porque este mundo -esta sociedad- me parecía absurda y extraña a mi sentir y no lograba encontrar mi lugar ni conseguía encontrar un sentido a mi vida.

Pero todo eso ya quedó muy lejos. Ahora mismo, que ya llevo más de  tres cuartas partes de mi vida vividas, estoy en la posición de ayudar a otros facilitándoles ese comienzo. Es curioso, porque cada persona llega explicando su problemática personal, los sufrimientos que padecen y todas las circunstancias particulares de su vida…

Les escucho pero la respuesta y consejo siempre es el mismo, de alguna manera no hay diferencias. No hay distinto consejo ni siquiera para los distintos conflictos y enfermedades porque sólo hay una única raíz a todas las infelicidades del ser humano.

Conócete a ti mismo, les digo, empieza por ahí. Ve al encuentro de tu ser esencial. Conecta con tu corazón y sé tu mismo. Escúchate. Ámate. Dedícate tiempo, en silencio, encuentra la paz y la felicidad en tu interior…

No hay otra Verdad. No hay otra respuesta ni otro camino. Hazte responsable de tu felicidad. Ve hacia adentro …

Relativiza todo lo que viene del exterior que es todo ilusorio. Porque nada -nada real- puede ser una amenaza; en esto radica la paz interior que nos acerca a nuestro Yo superior, a nuestra esencia divina …

Crear y liberar energías

seres de luzTenemos que saber y experimentar que los pensamientos y las emociones son energías. Somos energía. Y lo mejor para entender cómo funcionan las energías en nuestros diferentes cuerpos es trabajar con ellas a través del Yoga,   Reiki y otros sistemas que también contemplan la importancia de saber crearlas correctamente, conducirlas, almacenarlas y refinarlas.

Podemos aprender a generar energía y transferirla al lugar correcto. Es posible. Por ejemplo, cuando el flujo de energía es débil en el chakra del plexo solar, el sistema digestivo no tiene fuerza para el proceso de digestión y puede que no tengamos apetito o que nuestra digestión sea lenta y pesada. ¿Qué entorpece o dificulta el hacer una buena digestión?

Cuando alguno de nuestros chakras -centros energéticos- están bloqueados nos sentimos emocionalmente alterados, cansados o irritables. Se hace preciso entonces   desbloquear y remover todas esas energías densas y tóxicas que están impidiendo el libre flujo. Estas energías provienen de situaciones emocionales no resueltas  y que están ligadas a procesos mentales, creando rabia, enfado, miedo, frustración, inseguridad …

La energía se mueve en nosotros por canales energéticos como si se tratase de las aguas de un río. Cuando  el río no puede contener el  exceso de agua que ha estado bloqueada en algún punto,  de pronto se desborda y altera su curso. De igual manera,  la energía bloqueada  en uno  o varios puntos en nuestro cuerpo energético  daña nuestra salud  creando  enfermedades.

Podemos incrementar el nivel de energía y también refinar su calidad convirtiéndola en Prana. Y ello lo hacemos desde la respiración: inhalar, retener, expandir, exhalar. 

También una alimentación sana  nos ayuda a restaurar la energía vital.. Una cosa es nutrirse correctamente y otra muy distinta saciar el hambre. Somos lo que comemos. Seamos pues responsables de nuestra salud.

El Prana nos ayuda a elevar la Conciencia. Brinda energía a los chakras superiores y nos proporciona paz mental y plenitud en todos los niveles de nuestro ser.

Queramos o no queramos, seamos conscientes de ello o no, estamos dentro de un proceso de cambio continuo,  de evolución.