
Hay personas que se sienten ofendidas porque piensan que el trato que reciben no es suficiente, no está acorde a sus expectativas. Viven desde una mente preocupada, y finalmente atormentada, buscando continuamente la aprobación de los demás.
Necesitan ser reconocidas, continuamente halagadas, sentirse únicas. Y lo somos, pero ellas mismas no se lo creen. Y sufren mucho. Viven desde el cansancio, agotadas por tanto esfuerzo de aparentar ser quien creen que deberían ser porque gustaría más a los demás… Y es la falta de autoestima la causante de su desgaste energético.
Cuidar y sobrevalorar la imagen, con una falsa alegría, bondad, diciéndose yo puedo con todo y aquí no pasa nada, terminará generando un estado de ansiedad y angustia, sin saber porqué.
ALGO NO CUADRA.- Se crea un conflicto cuando lo que pensamos no concuerda con la forma en la que actuamos en realidad. Valoremos y observemos la forma en la que nos expresamos. Digamos «NO más disimulos. NO más disfraces». «NO más engañarme a mi mismx».
Querer mantener una fachada jovial pretendiendo que todo está bien crea tensión interior. Hacer lo imposible por causar buena impresión causa ansiedad.
La persona que intenta ocultar sus preocupaciones y debilidades detrás de una imagen de tranquilidad y alegría, debido a su baja autoestima, vive sometida a una Mente exigente y obsesionada con unas ideas-fantasmas.
Hacerse Observadora de la Mente desde la Conciencia del Ser, es lo que le ayudará a diferenciar y deshacerse de las ideas ficticias torturantes para reconocer en esencia quien es, y entonces amarse.
Que sepamos deshacernos de darle importancia a las opiniones de los demás porque lo sencillo y relajado es ser uno mismo…