La apertura manifiesta

Mientras el peregrino espiritual esté detrás del velo de la dualidad y del Ego, él mismo inconscientemente, mantendrá cerradas las puertas del despertar a la Esencia divina.

El corazón va cogiendo herrumbre con cada falsedad, mentira o autoengaño; lo podéis comprobar si sois observadores de vuestro personaje. Ese óxido, sin daros cuenta, os va endureciendo, os vuelve rígidos y limitados emocionalmente, con poca claridad mental.

Al desvelar nuestra esencia, al reencontrarnos con la naturaleza de nuestra humanidad individual además de nuestras cualidades y atributos, anhelamos sentir la Compasión del Amor Puro, y esto llega con la purificación a través del Perdón.

Teniendo una sincera intención, de vaciarnos completamente de toda energía emocional densa, ello nos acercará a abrazar nuestra Alma. Esa es la apertura más próxima. Significa dejar atrás el pasado y los estadios del yo inferior. El daño que nos hicieron, por muy injusto y cruel que haya sido, debemos finalmente aceptar esa realidad que pasó; perdonar y perdonarnos, y en ese acto nos liberaremos del sufrimiento y creceremos en comprensión y sabiduría de vida.

Recibir asistencia de nuestra Alma y Espíritu es lo que nos concede la Gracia de experimentar la espiritualidad del Ser. Experimentar la fuente de Amor que emana en nosotros.

Vivamos presente desde la espiritualidad, desde la sagrada esencia, y así es como la paz interior y el sosiego del corazón, nos envolverá, sin importar qué ocurra en el mundo exterior.