Tu verdad

Me perdí muchas veces hasta que decidí no volver a perderme. Y aprendí a reconocer mi verdad.

Cometí muchos errores hasta que ahora sé distinguir lo correcto para mí, desde mis propias decisiones y esa es mi verdad que defiendo.

El `pensamiento sólo trata lo conocido. Trascender la Mente te lleva a la realidad original: la Verdad del Ser.

Tu verdad es cuando lo que dices, haces y piensas tiene una coherencia. Esa es tu verdad.

La Verdad se experimenta mientras que las creencias son estáticas y existen por imitación y repetición.

La Verdad la haces tuya al experimentarla, mientras que la creencia te obliga a memorizar la verdad de otro.

Tu capacidad de experimentar, de ·»experienciar·» es lo que despierta tu Conciencia y a partir de ahí se expande y extiende hasta el infinito…

Mi actitud

Ahora que vivo en el campo he querido cumplir un deseo mío y he adoptado a Nela, una perra de dos años de edad. Nos hemos caído bien desde el primer momento y debo decir que es obediente, discreta, respetuosa y muy inteligente.

Todo ha ido muy bien, a pesar de mis dudas de si iba a saber hacerlo pues nunca tuve ningún animal bajo mi responsabilidad. Y además no quería que ella cambiase mis hábitos y espacios de silencio y quietud, cosa a las que se amoldó muy bien para mi sorpresa.

Todo comenzó a cambiar al notar que se pasaba muchas horas lamiéndose una pata. Al llevarla al veterinario se le diagnóstico una gran infección en dos patas. Estamos viviendo una gran odisea de idas al veterinario, vendajes, collarín en la cabeza para evitar se lamiese, antibiótico y otros medicamentos… en fin, ver su desesperación intentando quitarse esa mampara de la cabeza, luego sentir su resignación y tristeza… todo ello me hizo llegar a pensar seriamente en devolverla al albergue de acogida, viendo que me superaba y mi tensión alta estaba haciendo peligrar mi propia salud.

Debo añadir que vivo sola en un cortijo a media hora del pueblo y sin coche por lo que no puedo permitirme ponerme enferma o que suceda ningún imprevisto que no pueda solucionar por mi misma.

Total que esta mañana de domingo nublado, me he despertado con un estado alegre sin aparente motivo. Nela está durmiendo en mi habitación; cosa que en principio no iba a permitir, y paso `por su lado de puntillas para no despertarla. Estoy volcada a ella.

Reflexiono y me digo que quizás estoy contenta por la superación de no huir ante el problema… porque ayer había decido «devolverla» y mi subida de tensión la achaqué a que era «por su culpa»…

Me observo a mi misma y me doy cuenta de los viejos patrones que todavía siguen en mi; me supedito al otro o me deshago de él como únicas salidas al problema.

Creo que hoy lo he superado y es eso lo que me hace sentirme contenta.

El apego y el desapego

Los apegos son dependencias afectivas que nos limitan. Creemos necesitar del otro o de algo que sin ello nos sentimos en peligro o sentimos que sin el otro o algo además de nosotros, somos menos, estamos incompletos, no nos van a querer… Son sentimientos adictivos que no nos ayudan a ser nosotros mismos, nos hace dependientes.

Las resistencias al cambio están envueltas de apegos que consideramos normales y que sin embargo, reducen nuestro potencial de ser quien somos.

El desapego es la liberación de los deseos y en consecuencia del sufrimiento, según el hinduismo, el budismo Zen y otras filosofías orientales. El apego, entonces, es la incapacidad para practicar el desapego que significa la liberación de la pasión, el ansia y los deseos.

Si trabajamos el desapego, las dudas ya no tienen lugar en esta nueva etapa llena de esperanza. Porque el desapego significa LIBERACIÓN.

Los cambios hacen su reclamo de que son momentos de logro y auto-determinación.

Ahora toca liberar energías caducas para poder aligerar el corazón. Teniendo pensamientos amorosos vibrarás desde una energía sanadora.

Haz que brille tu Luz interior. Sonríe.

La angustia y la ansiedad que nos somete

La capacidad de pensar por uno mismo; aunque suponga un enfrentamiento con el dolor de la realidad. Aunque signifique tener que reconocer nuestras limitaciones y debilidades, admitir nuestros errores y fracasos … que en verdad nos fortalecen para mejorar.

Pensar por sí mismo para que las creencias de otros no nos confundan. Para poder hacernos cargo de las responsabilidades que nos corresponden pero no más.

Reconsiderar y popner orden en nuestras prioridades y en nuestro mundo interno.

Para poder fortalecer nuestra soberanía personal sin caer en la soberbia, desde la humildad, porque una cosa no está reñida con la otra.

Alinear las nuevas visiones de nuestra Conciencia con el Saber innato y perenne de nuestro espíritu.

Saquemos fuera toda la ansiedad y la angustia reprimida porque son sólo trampas mentales para mantenernos sometidos.

No nos sintamos obligados a actuar de forma distinta a como desea nuestra Alma.

Resolver sin miedo.

Dejamos atrás las viejas ideas y creencias sobre nosotros mismos y nos vamos a explorar lo nuevo que se discierne y nutre a la Conciencia.

Respiramos conscientemente y nos alimentamos también de forma responsable. Cuidamos nuestro cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Purificamos la energía vital haciendo ejercicio. Nos renovamos en cuerpo y alma… y el Universo responde a nuestra vida y la hace fluida.

Ya nos lo dijo Nicolás Tesla «Nada se pierde, todo se transforma».

Ahora toca RESOLVER. Comenzamos a tomar decisiones correctas, desde la claridad mental y emocional. Desde nuestra intención de priorizar nuestra propia felicidad interna. Modificamos nuestra actitud sin miedo a enfrentarnos a nuestro pasado para saldar cuentas pendientes.

Nos damos cuenta que mantener problemas sin resolver, resentimientos y frustraciones no hace más que formar una costra alrededor del alma que frena la libertad de ser quien somos.

Las experiencias del pasado han forjado patrones a nuestro modo de actuar en el presente. Ahora debemos tener una perspectiva más amplia, más comprensiva y más compasiva de nosotros mismos y de nuestra gente cercana.

Tener una actitud de servicio es muy importante; nos abre el corazón a la generosidad y al amor desinteresado.

Prestar atención también a nuestro cuerpo energético, mantenerlo equilibrado y en armonía; escuchemos nuestra voz interior que nos irá marcando cómo y qué hacer.

Nuestros talentos se expresan desde el alma. Profundicemos en nuestros valores y experimentaremos la plenitud del Ser.

Todo ello nos va enriqueciendo en dignidad e integridad como seres humanos.