
Las preguntas surgen desde el contacto de la piel con el sonido de la vida que vibra fuera y dentro de ti y te magnetiza a ella. Al sentir el tacto de tu Ser con el espacio que te hace ilimitado, surge el deseo de saber más de ti.
Situarte vivamente en tu mundo y explorar todos sus rincones, te lleva toda una vida de instantes de inspiraciones intuitivas.
Cada montaña de dolor que escalas te hace descubrir las inmensas fuerzas encerradas en ti que te hacen seguir adelante.
Cada río de risas y llantos que cruzas. Cada puente de esperanzas que construyes ante los desalientos. Cada casa que haces habitable en tu corazón desde el perdón. Cada vez que dejas atrás los apegos. Y cada alimento de amor que compartes. Todo eso va formando el mapa de tu travesía, que queda marcado también en tu piel.
Preguntarte porqué, desdibujaría tu realidad. No son válidas las interpretaciones.
Pregúntate mejor Cómo es que la intuición ilumina y consigue colorear de verde tu paisaje. De qué manera el Sol interior matiza y filtra los tonos más luminosos cuando aceptas lo que aparece en tu vida.
Maravíllate al reconocer la respuesta, de que es el Amor el hacedor de toda Belleza en ti y alrededor tuya.