Registro emocional

Todo queda registrado en nuestro cuerpo emocional. Y si queremos mejorar nuestra calidad de vida y liberarnos de toda carga que nos está oprimiendo y limitando, debemos ir a la raíz de lo que nos perturba o enferma; las emociones reprimidas que están esperando ser resueltas.

Si no procesamos las emociones, éstas quedan grabadas en nuestros centros energéticos (Chakras) hasta fosilizarse, bloqueando así el fluir natural de las energías en nuestro cuerpo.

¿Qué emociones no procesadas (reprimidas o descontroladas) enferman nuestro cuerpo físico? La rabia, los miedos, la envidia, la culpa, reproches, sentimiento de abandono y desamor, vergüenza, traiciones, desilusión, frustración, …

Todo lo relacionado con acontecimientos vitales en nuestra vida que hemos reprimido emocionalmente, se enquistan y nos siguen afectando silenciosamente hasta que nos decidamos a hacerle frente y limpiar todo impacto doloroso producido en nuestra esencia.

Nuestro cuerpo energético emocional influye en el equilibrio del Alma, así como también en el equilibrio del cuerpo físico.

Nuestra historia vital queda registrada cada día de nuestra vida no sólo en la memoria. Nuestro cuerpo emocional se ve afectado si no hacemos un trabajo de extraer un aprendizaje de cada vivencia traumática o dolorosa y transformarla en comprensión y aceptación por el bien de nuestra paz interior.

Reconciliemonos con nosotros mismos. Una vez hayamos sanado la alteración energética, los otros síntomas de desequilibrio, sea físico o emocional, se resolverá por sí mismo. Seamos Observadores de nosotros mismos.

Las medicinas complementarias energéticas; como REIKI, Esencias Florales, homeopatía y otros sistemas naturales más, son de gran ayuda para conocernos a nosotros mismos.