Existe una jerarquía a todos los niveles de la existencia que ordena y gobierna todas las cosas y seres vivos desde una autoridad sublime. Seamos conscientes de ello o no, estamos interconectados y supeditados a esa Fuerza Superior.
No debe haber interferencias sino sincronización si queremos fluir en esa onda, que es la energía del Amor Puro. Esa es la clave que nos cuesta entender a los humanos, a pesar de que Jesucristo nos dejó claramente el mensaje hace ya más de dos mil años.
No debería haber rebeldías ni resistencias, creadas por la soberbia y la ignorancia. La codicia y el egoísmo son las que han desviado al ser humano de su Camino original.
Para no crear conflicto en nosotros mismos ni con nuestro alrededor, debemos estar posicionados en nuestro centro, de forma equilibrada. Perceptivos y receptivos
Concentrémonos en la Fuente de Amor que existe en nuestro corazón espiritual con el fin de actuar desde nuestra parte divina y no desde el Ego.
Despertemos nuestra Conciencia y que sea ella quien nos guíe en nuestro crecimiento y expansión.