El entrenamiento que obligatoriamente hacemos para aprender a vivir es arduo y nos lleva toda la vida, sobre todo si somos soberbios e ignorantes.
Las inseguridades y los miedos nos inmovilizan muchas veces y nos sentimos bloqueados, literalmente, sin capacidad para poder avanzar.
La vida te desafía para que te fortalezcas y no decaiga tu ánimo y energía.
La vida te reta cada vez de forma más sutil o de forma directa para que no te acomodes dando sólo lo mínimo de ti. Te lleva a situaciones que te inmovilizan o te empuja a la fuerza provocando nuevos cambios.
La vida te sacude para que no te conformes, para que no te quedes en el papel de víctima y no elijas el camino de ser deshonesto contigo mismo. Toda resistencia traerá más conflicto y sufrimiento.
Si sientes que la vida te trata mal, toma Conciencia de ti mismo. Obsérvate y procura mejorar tu actitud y tus hábitos.
Si crees que la vida ha sido injusta contigo. Sé justo ahora contigo mismo y date una oportunidad más. Nunca es tarde.
Equilibra tu mente y tu corazón; tu pensar y tu sentir,para que haya armonía y paz en tu vida.
Si los centros energéticos están abiertos y libres de impurezas emocionales, tu energía se refinará y expandirá tu Conciencia.
Entonces dirás que habrá valido la pena vivir porque habrás encontrado la`Dicha y la Plenitud en ti.