El ser humano, cuando toma conciencia de sí, comienza a reducir voluntariamente su densidad; la rigidez de sus formas, el rigor de sus creencias, la severidad de sus pensamientos, …
… se expande su capacidad de percibir la belleza de lo sutil: siente la generosidad de la Madre Tierra, las energías reparadoras de la Naturaleza, …
El ser humano fue diseñado desde la pura geometría y es en sí mismo el punto de referencia entre el Cielo y la Tierra.
El ser humano es música en su devenir por la vida, pudiendo sintonizar con el sonido sideral y armonizarse con él.. Es vibración, frecuencia, ritmo… y sus acordes crean una melodía nostálgica y anhelo por fundirse nuevamente en la Luz de la Conciencia Suprema.
Lograr la liberación de la forma en virtud de la esencia. La victoria del espíritu sobre la materia.
La intuición como revelación permanente del corazón. Lo trascendente como perspectiva unitiva del Ser con el Todo.
Más que una mentalidad devocional contemplemos la esencia divina de las cosas y de todos los seres vivos y vivamos acorde a su sentido sagrado.