Nosotros, seres humanos, podemos tomar contacto con nuestro Ser original o Yo Superior, en el momento en que nos hagamos conscientes de que es REAL, de que existe en nosotros… y que es,QUIEN ES, en una dimensión superior, que ahora no somos capaces de percibir.
Pero para llegar a esa percepción o despertar de Conciencia, tenemos que primero ablandar y luego corregir, la interpretación que tenemos de nosotros mismos y de la vida, para luego comenzar a sanar los desequilibrios emocionales y todas las capas de condicionamientos y miedos que hemos ido creando en nosotros y que nos han vuelto rígidos, ciegos e insensibles a las energías refinadas; nuestro espíritu.
Cuando estemos preparados podremos hacer un trabajo personal para la identificación y percepción de los diferentes niveles o planos sutiles que existen en nosotros; campos energéticos que están sobrepuestos y que hemos llamado en su conjunto: «aura».
Los centros energéticos o CHAKRAS están localizados en el primer plano etéreo del Aura. Son centros de concentración y distribución de energía. Están conectados a otros planos, entre sí y además con los órganos vitales que tienen a su alrededor y giran en frecuencias variadas que las personas más sensitivas pueden percibir como colores.
Es la distorsión o bloqueo de estas diferentes vibraciones dentro o entre los diversos planos del Aura y/o de los Chakras, cuando se manifiesta la enfermedad.
Desde esa comprensión es que los tratamientos y remedios energéticos pueden sanar e impulsar hacia la buena salud del Ser, desde sus niveles más profundos.
REIKI y sus beneficios lo certifican desde hace décadas en miles y miles de personas. Iniciarse en REIKI favorece la auto-sanación a todos los niveles. Y, además, a dejarnos fluir -como energía que somos- dentro de las Leyes de la Naturaleza y del Universo.