La falta de fuerza de voluntad.
La resistencia al cambio y a hacer mejoras en nosotros mismos y en nuestra vida.
El anquilosamiento en viejas rutinas.
La falta de apasionamiento por la vida.
… todo ello asfixia la mente y la creatividad necesaria para sentirnos vivos más allá de la pura existencia.
Son los miedos-fantasmas que nos empobrecen hasta en lo más esencial que es el amor por nosotros mismos.
El enemigo está dentro de nosotros.
Si lo localizas y lo reconoces como el causante de tus males, y si logras diferenciarlo como algo distinto a tu verdadero Ser, entonces podrás combatirlo con toda tu fuerza.
Hay que ir hacia dentro y conectar con el corazón. Desde ahí podremos fortalecer y desarrollar nuestra mente, poniéndola a nuestro servicio. Usarla como vehículo para alcanzar el Conocimiento Intuitivo.
El yoga, la respiración consciente y otras formas de entrenamiento de la mente y de nuestro cuerpo en sus diferentes planos, nos ayudará a conseguirlo.