La vida nos presenta sorpresas continuamente, de todos los tamaños y colores, agradables y desagradables, pero la vejez -y la muerte- son cosas naturales que irremediablemente van a llegar un día. Podemos hacer mucho ahora en beneficio de ese mañana.
No dejarnos sorprender por ella es una buena inversión. Preparándonos para esa etapa, podemos aprender ya a ser más FLEXIBLES, tener buen humor y una estabilidad emocional equilibrada y fuerte.
Todo lo que nos trabajemos ahora en mejorar y fortalecer nuestro carácter para hacerlo acomodaticio y condescendiente, mejor será luego nuestra vejez.
Es más, igualmente a nivel físico, la persona que ha practicado y dedicado tiempo al deporte (natación, Tai-Chi, Yoga, etc) durante largo tiempo, eso habrá sido la mejor siembra para conservar una buena salud en la tercera edad. Repercutiendo, como decimos, en conservar también una flexibilidad a nivel mental, pues todo va interconectado.
Para los que ya somos mayores y observamos en nuestros padres su calidad de vida; su humor, su filosofía de vida, su grado de lucidez, su disposición ante la vida y ante la muerte… todo ello es importante y nos hace ver cuán necesario es prepararnos en crear un buen cimiento para que nuestra propia tercera edad sea gratificante y digna.
Esto sí que no nos tiene que coger por sorpresa; a todos nos llega la vejez y el final de un ciclo de vida.
¡Que sea con alegría y aceptación!