No quiero quedarme en este punto inflexible de la queja que me inmoviliza y envenena lentamente el corazón.
Me pregunto si tengo derecho a quejarme… Hago una lista mentalmente de todo lo bueno que tengo desde que abro los ojos por la mañana al despertar… desde las cosas sencillas y evidentes como son que ha amanecido y estoy viva, despierta, … respiro y siento cómo llega el aire a mis pulmones y los ensancho suavemente para que entre Luz también en ellos… y doy gracias. Comienzo a dar gracias …
Tres prácticas me mantienen atenta y consciente de que estoy viva:
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la Respiración consciente que me hace vivir en el Presente,
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la Observación de mí mismo que me hace mejorar mi actitud,
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la Meditación diaria que me conecta con mi ser esencial,
Te animo a practicarlas porque los resultados que verás en tí también son tres:
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refinamiento de tu energía vital,
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nuevo nivel de Conciencia,
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intuición y paz interior estable.
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