
Planos dimensionales de nuestro Ser.
Ya en las antiguas civilizaciones egipcia y griega los sabios mencionaron el «Doble astral» y del «cuerpo invisible o doble». Hoy en día son muchos los entendidos que nombran el CUERPO ASTRAL como el asiento de los instintos, las emociones y las pasiones. Especificando además que se trata de una dimensión más del Ser, con diferentes frecuencias vibratorias que pueden dividirse en 7 subplanos dimensionales, que van desde la negatividad, egoísmo y crueldad hasta los sentimientos de amor más elevados.
Las emociones de baja densidad crean dramas, conflictos, odio … Por el contrario, los sentimientos pueden ser refinados desde el contacto con la Naturaleza, la poesía, la música y demás artes.
Moverse en el mundo del Bajo Astral es quedarse atascado en las pasiones de escasa vibración que crean sufrimiento y dolor, como la ira, miedos, venganza, codicia, etc.
Trascender ese mundo pasional es desapegarse totalmente de los tormentos que crean las emociones de baja vibración debido a una mente débil y sin voluntad.
Los sentimientos son creados por los pensamientos. Tener pensamientos delicados y sensibles a la belleza y al amor, crearán un efecto de plenitud y altas miras. Educar los pensamientos para crear hermosos sentimientos de amor y compasión es lo más inteligente.
Desarrollar la inteligencia emocional nos ayuda a elevarnos al Plano del astral superior donde podemos conectar con nuestro Yo Superior y demás seres de Luz. Esta experiencia fortalecerá la certeza de que somos mucho más que un cuerpo físico y nos alentará a salir definitivamente de la negatividad.




Existe un mundo paralelo -un Plano invisible a nuestros sentidos- pero real para nuestra alma y espíritu. En él se mueven los seres de Luz. También nuestro Yo Superior … En ese Plano Astral habitan los grandes Maestros ascendidos que velan por la humanidad. Que no lo veamos o no lo sintamos no quiere decir que no existe.
Línea de acción para que nuestro Ser recupere su Poder.- En la medida en que establecemos una conexión sincera y firme con las energías cósmicas (que bien pueden manifestarse como ángeles, arcángeles, la Madre divina o Virgen María, Maestros ascendidos, etc) seremos escuchados según nuestra pureza de intención y podremos recuperar el Poder como seres de Luz que somos.
Si somos seres de luz, tenemos un cuerpo energético que nos abastece y nos sostiene. Y, en nuestro organismo, son las células las encargadas de emitir esa luz.

