Mi actitud

Ahora que vivo en el campo he querido cumplir un deseo mío y he adoptado a Nela, una perra de dos años de edad. Nos hemos caído bien desde el primer momento y debo decir que es obediente, discreta, respetuosa y muy inteligente.

Todo ha ido muy bien, a pesar de mis dudas de si iba a saber hacerlo pues nunca tuve ningún animal bajo mi responsabilidad. Y además no quería que ella cambiase mis hábitos y espacios de silencio y quietud, cosa a las que se amoldó muy bien para mi sorpresa.

Todo comenzó a cambiar al notar que se pasaba muchas horas lamiéndose una pata. Al llevarla al veterinario se le diagnóstico una gran infección en dos patas. Estamos viviendo una gran odisea de idas al veterinario, vendajes, collarín en la cabeza para evitar se lamiese, antibiótico y otros medicamentos… en fin, ver su desesperación intentando quitarse esa mampara de la cabeza, luego sentir su resignación y tristeza… todo ello me hizo llegar a pensar seriamente en devolverla al albergue de acogida, viendo que me superaba y mi tensión alta estaba haciendo peligrar mi propia salud.

Debo añadir que vivo sola en un cortijo a media hora del pueblo y sin coche por lo que no puedo permitirme ponerme enferma o que suceda ningún imprevisto que no pueda solucionar por mi misma.

Total que esta mañana de domingo nublado, me he despertado con un estado alegre sin aparente motivo. Nela está durmiendo en mi habitación; cosa que en principio no iba a permitir, y paso `por su lado de puntillas para no despertarla. Estoy volcada a ella.

Reflexiono y me digo que quizás estoy contenta por la superación de no huir ante el problema… porque ayer había decido «devolverla» y mi subida de tensión la achaqué a que era «por su culpa»…

Me observo a mi misma y me doy cuenta de los viejos patrones que todavía siguen en mi; me supedito al otro o me deshago de él como únicas salidas al problema.

Creo que hoy lo he superado y es eso lo que me hace sentirme contenta.

El bajo astral y el doble astral superior

Ya en las antiguas civilizaciones egipcia y griega los sabios mencionaron el «Doble astral» y del «cuerpo invisible o doble». Hoy en día son muchos los entendidos que nombran el CUERPO ASTRAL como el asiento de los instintos, las emociones y las pasiones. Especificando además que se trata de una dimensión más del Ser, con diferentes frecuencias vibratorias que pueden dividirse en 7 subplanos dimensionales, que van desde la negatividad, egoísmo y crueldad hasta los sentimientos de amor más elevados.

Las emociones de baja densidad crean dramas, conflictos, odio … Por el contrario, los sentimientos pueden ser refinados desde el contacto con la Naturaleza, la poesía, la música y demás artes.

Moverse en el mundo del Bajo Astral es quedarse atascado en las pasiones de escasa vibración que crean sufrimiento y dolor, como la ira, miedos, venganza, codicia, etc.

Trascender ese mundo pasional es desapegarse totalmente de los tormentos que crean las emociones de baja vibración debido a una mente débil y sin voluntad.

Los sentimientos son creados por los pensamientos. Tener pensamientos delicados y sensibles a la belleza y al amor, crearán un efecto de plenitud y altas miras. Educar los pensamientos para crear hermosos sentimientos de amor y compasión es lo más inteligente.

Desarrollar la inteligencia emocional nos ayuda a elevarnos al Plano del astral superior donde podemos conectar con nuestro Yo Superior y demás seres de Luz. Esta experiencia fortalecerá la certeza de que somos mucho más que un cuerpo físico y nos alentará a salir definitivamente de la negatividad.

La alternativa a una vida de sufrimiento

Somos Luz


Nos escondemos detrás de nuestras creencias. Y eso dificulta el deshacer todos los conceptos y pensamientos prestados que se han ido fijando en nosotros creando resistencia a nuestra renovación y actualización a todos los niveles de nuestro Ser.

Si primero eliminamos las impurezas energéticas que están ocupando lugar en nuestro cuerpo físico, mental y emocional, -densificándolo- como pueden ser la rabia, los miedos, la envidia, el rencor, la frustración, y muchas más, a partir de ahí podremos ir llenando los nuevos espacios con sentimientos que den ligereza a nuestro pensar y sentir …

Este proceso de limpieza emocional nos proporcionará SALUD en todos los niveles. Pero sobre todo paz interior y un reencuentro con nuestro Ser.

¿Sabes que es lo que perturba a nuestra mente? Prestarle oído a tanta información que guardamos sin procesar. Eso nos confunde porque no nos da tiempo a asimilarla; mucha de ella se queda en el cerebro creando agitación o desasosiego sin sentido.

¿Cómo cultivar una mente más simple? Centrando nuestros sentimientos, ya depurados, en el corazón y los pensamientos, ya filtrados, en la mente. Entonces tendremos claridad mental para pensar y discernir. Y un corazón capaz de no sufrir innecesariamente.

Recuperar el saber aceptar lo que no podemos cambiar. Hacer nuestra esa flexibilidad y poder de adaptación. Porque está en la ACTITUD la clave para lograr la Paz interior y construir en nosotros una armonía amorosa estable.

Conciencia

ser-lucesComencemos por saber que  no somos lo que hacemos sino lo que sentimos ser desde nuestro Ser. Y para poder percibir a nuestro Ser, debemos EXPANDIR nuestra Conciencia que hasta ahora está encasillada y maniatada entre conceptos y creencias (de otros).

La Conciencia es LUZ y por ello, cada vez que, nuestra intuición, nos hace llegar un pensamiento puro (sin pasar por el tamiz de la mente inferior),  el sentimiento que tenemos es de expansión. Estas Luz ilumina un espacio nuevo en nosotros, que no nos percatábamos que ya existía.

Nuevos sentimientos creando nuevos pensamientos y viceversa. Nuevas maneras de pensar creadas desde un nivel de Conciencia superior. Los resultados de nuestras decisiones no dependen solo de nuestra claridad mental sino además de nuestra Conciencia, que es la percepción de lo que es correcto.

Nuestra Conciencia nos ayudará a estar en PRESENCIA de nuestro Ser y de la Divinidad en nosotros. Para ello tenemos que entrar en el Silencio y en el Vacío en nosotros desde la quietud mental.

Todo esto -este despertar de la Conciencia- es un proceso largo y lento, es un Camino sin atajos. Requiere de anhelo por evolucionar, por crecer, por Saber, por encontrarse con uno mismo. Es el Camino hacia la Paz interior, hacia la plenitud.  Vivenciar por fin la Dicha y el Gozo de sentir la Presencia de la divinidad en uno.

 

Ejercicio para asumir y aceptar.

mujer-tercer-ojo2Prestamos atención a nuestro cuerpo físico, a nuestra mente y a nuestras emociones.  Nos hacemos conscientes de lo que sentimos y cómo nos sentimos.

Lo asumimos y lo aceptamos.

Este acto de asumir y aceptar nos relaja, nos quita tensiones.

Nos abrimos a nuestras sensaciones y emociones.Las observamos de manera neutra.

Este acto consciente de observarnos de forma imparcial nos relaja, nos quita densidad.

Respiramos lenta y profundamente. Cerramos los ojos mientras ensanchamos conscientemente nuestro tórax. Expandimos la luz que emite nuestra alma en nuestro corazón.  (lo visualizamos o imaginamos)

Inhalamos consciencia, presencia y poder. Las sentimos.

Exhalamos,  soltando cansancio mental y físico, hastío, dolor …

Al inhalar le damos la bienvenida a lo nuevo; alegría, esperanza, ilusión …

Al soltar el aire sacamos fuera los miedos …

Llevamos las manos al pecho, damos las gracias.

 

 

El despertar de la Conciencia

hombre sincronicidadLo que los Mayas llamaron «el fin de los tiempos» se referiría al estado de supervivencia en el que ha estado sometido el ser humano, desde su actitud de limitación y miedo. Separado y olvidado de su parte divina.

La nueva Era que se abre para la humanidad es un tiempo en el que, gracias al despertar de la Conciencia, nos facilita alcanzar la comprensión y vivencia de los planos superiores. Y todo ello, no es más que un cambio cualitativo y sustancial que tiene que ver con una elevación de vibración de lo denso a lo sutil, o sea de lo material hacia lo espiritual, de la limitación a lo ilimitado.

Se dice que, el poder energético solar proveniente de la Galaxia, está intensificando la fuerza de la intención, por lo que toda persona con deseos de evolucionar y mejorar su calidad humana, se está sintiendo con mayor fuerza de voluntad, mayor intuición y mayores deseos de armonizarse con la divinidad (el Amor Puro)… aunque sea de forma inconsciente, aunque esa persona no le ponga nombre a sus elevados sentimientos, es igual, se sentirá fluir y crecer.

Se trata de expandir nuestra Conciencia para que restaure los patrones de salud e integrar nuestra estructura física a la nueva vibración solar y planetaria.

El cambio ya está sucediendo, y está en nuestra Conciencia que suceda en armonía y nos beneficiemos de esta nueva frecuencia que expresa las cualidades superiores de nuestro espíritu.

Hazte responsable de tu salud y bienestar físico; cuida tu alimentación, tu descanso. Atiende tu cuerpo emocional y espiritual; aprecia el silencio y la quietud. Únete a la Conciencia Divina desde tu corazón,  para que te sientas capaz de irradiar  serenidad, Paz y Amor a toda la humanidad.

HACER. TENER. SER

hombre viejo mirada intensaEsa es la doctrina desde que nacemos: primero TENER.  TENER. TENER de todo y que no falte de nada (enfocado erróneamente en lo material y externo). Llenar esa sensación de vacío que comienza en el estómago, sube hasta el corazón y consigue angustiar al cerebro.  Es el miedo a no tener. El miedo a perder. A no tener suficiente pensando en el futuro.

TENER. Y aunque sólo sea una idea, -porque en realidad  ya tenemos todo lo que necesitamos- el sólo hecho de pensar que  estamos o podemos llegar a estar faltos de algo, consigue crearnos ansiedad e intranquilidad.

Para tener, tenemos que HACER. Por eso estamos todo el tiempo haciendo algo y a los niños también los obligamos a hacer todo el tiempo alguna actividad. La cuestión es HACER. Nos va la vida haciendo cosas todo el tiempo, aunque sólo sea estar delante del televisor dándole al botón del mando a distancia.

HACER. Porque ya tu madre cuando eras niño o adolescente ya te gritaba enfadada cuando te veía acostado relajadamente en tu cama con la mente en cualquier sitio. «¡¿Qué estás haciendo que no haces nada!?. ¡Anda, ponte a hacer algo!»  ¡Haz algo! … ¿pero que quieres que haga? … ¡Algo!

Cuando ya de adulto nos hemos dado cuenta que el hacer y el tener demasiado no da la felicidad. Que nos sentimos abrumados e infelices, confundidos y hartos de llevar una vida sin sentido, entonces es cuando la Conciencia despierta y trae luz a nuestro corazón y nuestro Ser despierta.

SER. Permitirnos descansar. Permitirnos a nosotros mismos no hacer nada, no es nada fácil. Pararnos a escuchar nuestro cuerpo físico. Pararnos a escuchar a nuestro corazón y sentimientos. Es entonces cuando comenzamos a descubrirnos a nosotros mismos.

Es cuando comenzamos a SER quien somos y entramos, cada vez más,  en un estado de contentamiento y paz.

Quédate tranquilamente en silencio junto a la quietud del Alma.

 

El proceso del Despertar

mujer con lunaNo vamos a añadirle más información a la Mente. En una dimensión más profunda se trata de una transformación en la que la Mente-ego  estorba. No se trata pues de tener nuevas ideas ni de crear nuevas técnicas y formas, justamente lo que pretendemos es apartarnos de todo lo concebido para ir a descubrir qué hay más allá de la Mente; descubrir nuestra propia verdad y permitirnos sentir -desde nuestro corazón- que nuestra verdad está formada  por una  parte  ilusoria y que se volatizará y la otra parte que está ya conectada con la Fuente de la Verdad que es Una.

Toda experiencia que vivamos debe tener tres ingredientes: percepción, pensamiento y emoción. (Conciencia, Mente y Corazón)

¿Desde dónde experimentamos? … si somos muy mentales, la experiencia estará cargada de juicio, crítica, valoración… pues será la mente la que domine la experiencia y encontrará quizá más fallos -por las expectativas puestas,  no llegando a disfrutar enteramente. Los pensamientos ininterrumpidos no dejan espacio para fluir en el Presente. Para entregarse.

Si somos mucho más emocionales, nos cegarán los sentimientos,  siendo vulnerables a dejarnos llevar por el sentimentalismo; la fantasía, el romanticismo el idealismo,  … si no existe también  la parte mental,  que es la que vigila por nuestros intereses y  elige y selecciona en base a un criterio y es necesaria para dirigir cualquier situación, actuaremos como una hoja  a merced del viento, y eso nos va a producir sufrimiento y confusión.

Así que, mente y corazón en conexión, es la mejor forma de encontrar un Camino moderado y correcto, que es el que -en este proceso del despertar la Conciencia- nos ayudará a tener una vida más plena y consciente.

Desde la percepción – el SENTIR- iremos desarrollando también la intuición y nos iremos dando cuenta de que lo que fluye hacia afuera determina lo que fluye hacia adentro. Vivir de dentro hacia afuera nos protege y hay menos desgaste de energía. Todo esto está dentro del proceso del Despertar. Seamos Observadores de nuestro sentir y actuar.

 

 

 

 

Tres cosas que no nos dejan avanzar

Tres sentimientos son los que abren camino hacia la negatividad e infelicidad: El Miedo. La Duda. La Ansiedad.

Estas  energías negativas se van  entrelazando entre sí; unas atraen a las otras y se arremolinan cogiendo fuerza y espacio, formando una maraña. El espacio de posibilidades y opciones se estrecha, y ante la confusión, se va postergando el tomar decisiones y se va afianzando un estado de inmovilidad que primeramente consentimos y  que finalmente consideramos como normal y tomamos una actitud de resignación, apatía e infelicidad…. que luego ya no recordamos qué fue lo que nos llevó a ese estado.

En Terapia Regresiva hay un test muy sencillo que identifica claramente los sentimientos más profundos de nuestro subconsciente. Se lleva a la persona a que se visualice frente a un bosque.  Va preparada y con la intención de dar un paseo adentrándose en él. ¿Cómo es el bosque? ¿Hay camino? ¿Entra luz? ¿cómo se siente la persona al andar por él?

El bosque representa cómo ve y vive la vida esa persona. Hay quien entra en el bosque muy bien equipado o con una cestita en la mano y otros llevan un hacha. Unos tienen ante sí un hermoso camino muy iluminado y otras personas dudan de entrar, tienen miedo, y el bosque resulta oscuro y la alta malesa ha borrado el camino. Unos entran disfrutando del canto de los pájaros y otros están asustados temiendo aparezca un animal salvaje.

El Miedo, si está metido dentro de nosotros, nos llevará a la Duda;  ¿Sigo este camino o mejor el otro? ¿Y si me equivoco y era el otro el verdadero? Y ahí comienza la Ansiedad; ya nuestra mente se ha disparado y los pensamientos negativos se convierten en un bombardeo desmoralizante que desgasta toda nuestra energía. «no quiero continuar, me siento paralizada»…

Reconocer cuál es nuestra actitud ante la vida es el primer paso para comenzar a deshacernos de todo lo que nos inmoviliza y nos hace desdichados.

Tomar Conciencia de nosotros mismos  y descubrir nuestros miedos. Qué trampas utiliza nuestra mente para mantenernos inmovilizados.

Dedicarnos tiempo -cada día- a nosotros mismos y no dar por normal ninguna molestia física, ningún malestar emocional sino solucionarlos; mientras son pequeños es fácil hacerlo. Y lo que no tiene solución; elegir asumirlo y aceptarlo.

 

 

Sin energía vital no hay existencia

La energía vital es la Fuerza que anima el cuerpo físico pero también al cuerpo mental y emocional.

Sin energía vital no hay entusiasmo por la vida. No hay confianza ni ilusión por seguir adelante y aceptar retos.
Sin energía vital no hay creatividad y la ansiedad y los miedos se apoderan de nosotros.
Mentalmente, sin energía vital, sentimos cansancio mental y no somos capaces de ver nuevas opciones o salidas a nuestros problemas.

Emocionalmente, sin energía vital, el amor por uno mismo es muy bajo. Y la queja nos mantiene en ese nivel.
¿Cómo aumentar la energía vital? Cuidando nuestra alimentación. Haciendo ejercicio físico. Durmiendo lo suficiente y profundamente. Solucionando y poniendo orden en nuestra vida. Deshaciéndonos de todo lo  inútil; sentimientos de culpa, rencor, envidia, celos, etc. Viviendo el Presente desde una actitud positiva. Respirando correcta y conscientemente.
Mostrándonos agradecidos…