
Nos escondemos detrás de nuestras creencias. Y eso dificulta el deshacer todos los conceptos y pensamientos prestados que se han ido fijando en nosotros creando resistencia a nuestra renovación y actualización a todos los niveles de nuestro Ser.
Si primero eliminamos las impurezas energéticas que están ocupando lugar en nuestro cuerpo físico, mental y emocional, -densificándolo- como pueden ser la rabia, los miedos, la envidia, el rencor, la frustración, y muchas más, a partir de ahí podremos ir llenando los nuevos espacios con sentimientos que den ligereza a nuestro pensar y sentir …
Este proceso de limpieza emocional nos proporcionará SALUD en todos los niveles. Pero sobre todo paz interior y un reencuentro con nuestro Ser.
¿Sabes que es lo que perturba a nuestra mente? Prestarle oído a tanta información que guardamos sin procesar. Eso nos confunde porque no nos da tiempo a asimilarla; mucha de ella se queda en el cerebro creando agitación o desasosiego sin sentido.
¿Cómo cultivar una mente más simple? Centrando nuestros sentimientos, ya depurados, en el corazón y los pensamientos, ya filtrados, en la mente. Entonces tendremos claridad mental para pensar y discernir. Y un corazón capaz de no sufrir innecesariamente.
Recuperar el saber aceptar lo que no podemos cambiar. Hacer nuestra esa flexibilidad y poder de adaptación. Porque está en la ACTITUD la clave para lograr la Paz interior y construir en nosotros una armonía amorosa estable.