Los cambios que esperamos

Lo que hagamos de bien por nosotros mismos beneficia también a los demás. Sin embargo, lo que estamos viendo ahora en el exterior, no es precisamente muy alentador. Formamos parte de una sociedad que parece ir a la deriva… ¿en qué medida estamos contribuyendo a ello? ¿cuánto esfuerzo dedicamos a mejorarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno? ¿Cuánto estamos sacrificando de nuestro Ser por acomodarnos a una forma de vida delirante y sin mucho sentido?

Decimos que queremos cambios esperando que los hagan los demás. Quejarnos y criticar parece ser lo mejor que sabemos hacer la mayoría a falta de ideas creativas y positivas. Lo que hace falta es que cada uno aporte un granito de arena para CONSTRUIR todo eso que queremos renovar.

Ya toca que los cambios sean profundos, que nos transformen y actualicen. De dentro hacia afuera. Debemos comenzar por hacer esta renovación de forma personal, sabiendo que es un trabajo intransferible, con un objetivo claro y sincero: el Bien Común.

No gastemos nuestras energías justificándonos o defendiendo sólo posturas. Impliquémonos en dar lo mejor de nosotros, abriendo nuestro corazón para ser más sinceros, más honestos, más genuinos.

Educarnos en el Amor implica hacernos responsables de generar en nosotros un estado de contentamiento que nos proporcione estabilidad emocional. Y con esta base podremos crear todo lo demás; un mundo mejor.

Quietud y serenidad

Dicen que si te sientes solo es porque no estás contigo.

Que el amor que se exige o reclama no tiene mucho valor.

Que tener Conciencia es recordar quien eres, aceptándote.

Que lo que escondo dentro mio como malo es una parte reprimida de mi persona que debo asumir.

Dicen que la vida se sufre desde la inconsciencia hasta que decides no sufrir más y cambias de actitud.

… si este fuera el último día de tu vida, ¿querrías hacer lo que estás haciendo? …

Mira con atención el Sol naciente, luego cierra los ojos y siéntelo dentro de ti, agradece la bendición que te brinda.

Mi Yo

Mi Conciencia me indica que debo actualizarme continuamente. Mi intuición me avisa y anima para que así sea. Me pone en alerta de mi yo-mental que se resiste a ello.

El Conocimiento directo -que no pasa por la mente- convierte en desafío mi anhelo de avanzar y concentra la energía en esa dirección para que no me acomode.

No es mi Yo quien decide, es la Conciencia Superior, a la que entrego mi voluntad.

Por momentos se diluye la identidad personal y una aparente apatía no es nada más que he dejado de tener deseos o preocupaciones por el futuro. Confío. Mi corazón palpita desde la certeza absoluta que el Universo y la Madre Tierra me protegen.

La Mente se vuelve cada vez más sencilla. Los pensamientos parecen elásticos y el espacio entre ellos también se alarga. Lo personal y cotidiano pierden importancia al entrar el Ser en otras dimensiones .

El cuerpo físico, es solo eso, el vehículo. Es el Alma y el Espíritu quienes cobran ahora su magnificencia.

Mi respiración se hace consciente y siento que te amo, lo sepas o no.

El disfrute de la experiencia en la Conciencia


El disfrute de la experiencia en la Conciencia, significa dar el paso a VER más allá de lo que se mira. Es ser OBSERVADOR del yo-personaje para ser testigo del mundo ilusorio en el que estamos atrapados y salir de él.

Todo comienza con el despertar de la Conciencia. Y experimentar ese despertar y el proceso que lleva a la auto-realización es un disfrute para los valientes que deciden emprender este Camino.

Cuando nuestra Conciencia -la energía interior que nos conecta con la Conciencia Universal- despierta, ella hace expandir nuestra visión del mundo y de nosotros mismos en profundidad y de manera hasta entonces inimaginable.

Comenzar a experimentar y diferenciar los distintos cuerpos de los que estamos formados: cuerpo físico, cuerpo mental, cuerpo emocional y cuerpo espiritual, nos dará no sólo una comprensión real de quién somos sino que asumiremos nuestra vida con responsabilidad, reforzando nuestra identidad personal que comenzamos a dirigir hacia nuestro interior, para nutrirlo y que a su vez nos nutra .

Vincular Mente/Conciencia/Corazón es la clave para dar el SALTO y explosionar para entrar en el Camino que abarca la TOTALIDAD del Ser.

Salir de la mediocridad es todo un proceso de SOLTAR todas esas capas rígidas y densas que nos envuelven y que no nos permiten elevarnos y ser quien somos.

Desde la Conciencia despierta comenzaremos a generar y a crear nuestro ÁNIMO INTERNO para hacernos dueños de nuestra vida.

Estoy dando pequeños Talleres en Granada con este objetivo: crear una nueva Conciencia que nos ayude a ser dueños de nuestra vida y dirigirla conscientemente a lograr nuestra auto-realización. Es posible.

Creencias y espiritualidad

Quien se identifica con orgullo «yo soy creyente¨ no dice gran cosa.

El creyente es un ser adoctrinado espiritualmente. Solo cree quien no tiene capacidad para cuestionar o trascender los pensamientos e ideas de otros, quien delega en otros su facultad de experimentar la riqueza del cuerpo y universo espiritual. Y eso significa alejarnos de nuestra semejanza a Dios y nuestro potencial divino.

Los Mensajes y Revelaciones que nos han sido trasmitidos por los profetas y Maestros es para que los activemos en nuestro corazón. No son palabras a memorizar o mandatos a seguir ciegamente. Son «semillas de Luz» para que sembremos en nuestro corazón y nos ayuden a expandir nuestra Conciencia.

Seguir una disciplina espiritual con algún tipo de interés personal, ralentiza los efectos de la misma. Para que se origine la apertura de Amor Incondicional en nuestro corazón debemos exponernos espontanea y sinceramente a la Divinidad dentro de nosotros.

El «hágase en mi Tu Voluntad» son mucho más que palabras. Es una vibración potente que expresada desde el corazón rompe los obstáculos que hubiesen para sentir la Presencia divina en nosotros.

Nos olvidamos fácilmente, en este sociedad materialista, de que tenemos un cuerpo espiritual al que nutrir. Todas las enfermedades mentales que hasta los niños y jóvenes comienzan a padecer como la ansiedad y el estrés, no son más que los síntomas externos de una humanidad vacía y perdida que no escucha el clamor de su espíritu.

Cuidemos y desarrollemos nuestro estado de Conciencia, esa es la clave. Dejemos de lamentarnos, de exigir a los demás. Seamos uno con nuestro espíritu.

Vivir sin esfuerzo

Hemos convertido la vida en una lucha y un sobre esfuerzo porque vivimos desde la mente; maquinando. Desde la trama y el drama ficticio.

Y en ese estar, planeando y calculando, nos movemos torpemente condicionados por el pasado y preocupados por el futuro.

Aunque no queramos, aunque nos demos cuenta de que así no funciona bien nuestra vida, de que no somos felices ni estamos en paz con nosotros mismos, seguimos en esa inercia consistente que nos ha robado la voluntad de ser desde el Ser divino que somos.

SER nosotros mismos consiste en FLUIR desde el corazón, desde nuestro espíritu. Nutriéndonos de las energías superiores; el néctar gustoso de la vida.

¿Cómo salir de ese patrón de actuación que nos perjudica?

Esta mañana haciendo un ejercicio de respiración, que llevo años haciendo (vaciar los pulmones sacando el aire como si fuese un fuelle , así varias veces), y que siempre lo he hecho desde el esfuerzo, de pronto me he dado cuenta de que lo estaba haciendo suavemente.

Me he parado sorprendida y he tomado conciencia de que los había realizado completamente relajada sin que estuviese la mente dirigiéndolo. He entendido que estando en la mente todo cuesta más.

La mente lo hace todo más pesado, más denso. Una mente rígida entorpece la espontaneidad, la bloquea al cuestionar o buscar la perfección DESDE LA MENTE.

La mente nos bloquea al crear expectativas, desde la exigencia, el miedo o el mismo deseo de querer hacerlo bien …

A la mente sólo deberíamos usarla cuando tenemos que pensar, cuando hay que tomar una decisión o esclarecer alguna duda.

Por lo demás, fluyamos desde nuestro cuerpo etéreo y nuestra intuición. Sin juzgarnos, sin castigarnos, sin culparnos.

¡No se qué hacer!

Existen muchos momentos en nuestra vida que no sabemos qué hacer. Tenemos miedo hasta de nuestras propias reacciones y no nos atrevemos a movernos ni a tomar decisiones.

Nos sentimos confundidos, frustrados, agotados mental y emocionalmente. ¿Qué hacer?

Justamente éste momento es sumamente importante y decisivo. Nos hemos detenido, tomamos consciencia de nuestra falta de estabilidad y situación de desorden mental (falta de guía) y necesitamos reactivar y reorganizar nuestra vida.

Decimos BASTA a las cosas inútiles que llevamos a cuesta. Pero, ¿cómo deshacernos de la ansiedad que arrastramos, de la angustia, del sentimiento de culpa, los miedos, el sentimiento de abandono o estar perdido?

CADA DÍA debemos reservar para nosotros mismos un tiempo precioso. Aunque sean quince minutos… media hora mejor que mejor …

TIEMPO SAGRADO para atendernos a nosotros mismos. Llevando los cinco sentidos hacia adentro, sentados en una posición cómoda con la espalda recta y los ojos cerrados. Atención a la respiración rítmica y profunda.

Nos concentramos en la ESCUCHA INTERIOR. ¿Qué nos dice nuestro corazón? Permitámonos escuchar desde una respiración reposada y profunda nuestras emociones.

Luego fijamos la atención en el TERCER OJO para desarrollar la VISIÓN INTERIOR que nos mostrará nuestra realidad. Sin esperar nada nos dejamos fluir.

No tengamos prisa ni expectativas. Tengamos constancia. Dentro de nosotros está el estado de Paz y de Amor; descubramos el Camino para llegar a él.

Confiemos en las Fuerzas superiores y en nuestra propia capacidad para salir adelante. Este es sólo el comienzo para descubrir todo nuestro potencial.