
Volvamos a hacer una lista de prioridades. Vayamos descartando lo irrelevante. Saltemos por encima de normas inútiles que intentan manipularnos. Acabemos con las discusiones vanas que satisfacen solo al ego.
Para volar no solo necesitamos alas, también hace falta un cielo sin barreras si queremos llegar lejos.
Para conseguirlo tenemos que dejar atrás tres negaciones: NO PUEDO. NO CREO. NO SÉ.
La vida no tiene opuesto, escribió Eckhart Tolle. Si la vida se traduce en crecimiento, esplendor y plenitud, podríamos decir que el miedo es lo que la paraliza y agota. Y el miedo a la MUERTE es uno de esos miedos infundados que no permite vivir la vida desde la inocencia y alegría del Ser, que la hace expandible
La Verdad sería, en este tema, que al desencarnar, el Alma -que no conoce el miedo- sigue su ascensión hacia la Luz.
Nuestro espíritu por siempre vivo. Nuestro planeta vivo. Nuestra raza la humana. Nuestra razón de ser, aprender a amarnos y a amar a los demás.
Cuando penetra el miedo en uno, se deteriora la valentía y el ánimo por vivir va declinando. Cuando se apaga la luz de la mirada, ha sido dañada la inocencia y la alegría. La Mentira ha tomado fuerza y con ella la hipocresía. Estemos atentos.
Las palabras guardan silencio cuando el corazón irradia amor. La autenticidad, la impecabilidad y la humildad son los tres valores que deben ir en avanzadilla en nuestra andadura por la vida, si es que queremos llamarnos humanos.
No hay nada que temer. Desactivemos la ansiedad. Configuremos la Fe para poder entender cómo funciona la vida y poder ver lo que nos brinda. Que sea el Amor quien nos rescate del miedo.
Súper👌 me encantó! sustituir el miedo que paraliza, por el que moviliza.