
Te pregunto. Porque andas indagando allá afuera, siempre pensando en la próxima pregunta, pero esa necesidad de preguntar que tienes nunca se llega a satisfacer porque ni siquiera sabes quién eres tu mismo así que, todas las respuestas que te llegan sobre esto y aquello caen en saco roto.
¿Queda tu hambre satisfecha con sólo ver comer a los demás o con sólo leer el menú…?
Haz que tu mente vaya al interior. Céntrate en ti mismo desde la respiración consciente. No sirve de nada que la mente vague errante y no consigas pararte sobre ti mismo para preguntarte quién eres, qué quieres hacer contigo … si ya tienes o qué te falta para sentirte bien contigo mismo.
Enfoca la curiosidad de saber en ti mismo.
«Para un Alma eterna cada piedra sirve para construir un altar»