Parar el mundo

Vive con seguridad en ti mismo aunque no haya garantías de éxito.

Sintiendo satisfacción por tu esfuerzo aunque no haya reconocimiento ajeno.

Con alegría por ganarle a la voluntad que a veces flojea.

Con responsabilidad por la dignidad que te sostiene y la felicidad que te forjas.

Todo ocurre en el Presente y en la Presencia de tu Conciencia -si tu quieres que así sea- que está lista para ayudarte cuando te hayas deshecho de los condicionamientos del pasado y las expectativas del futuro.

Si quieres paz, sé la paz que deseas. Si quieres amor, sé el amor que necesitas.

«Parar el mundo» se hace necesario de vez en cuando para poder recomponer la idea que tenemos de él y de nosotros mismos; deshacernos de toda creencia obsoleta y cuestionar nuestra realidad.

Somos soberanos de nuestro propio dominio.