
Nos encontramos en la necesidad de enfrentarnos a nuestras miserias: nuestros miedos. Y esto se ha hecho urgente.
Ha llegado el momento de decidirnos a ser nosotros mismos.
Si nos paramos a observarnos y también miramos a nuestro alrededor, tendremos que reconocer que lo injusto sólo existe en el exterior -en la parte superficial de nuestra mente-.
Si conseguimos llegar al centro de nuestro corazón, donde reside el Amor Puro, experimentaremos que allí residen la armonía y la paz, que están por encima de cualquier conflicto.
Existe un proceso evolutivo, y no podemos mantenernos al margen, ignorándolo, porque esa es nuestra condición o nuestra perdición, en caso de que nos resistamos a ello.
Este proceso, que nos guía -o arrastra- a realizar mejoras en nuestra conducta y actitud- nos conduce a un desarrollo de Conciencia cada vez más expansivo.
En este proceso en el que toda la humanidad participa, consciente o inconscientemente, nos vemos en la necesidad de enfrentarnos a nuestras miserias y debilidades: a nuestros miedos. Por supuesto que es doloroso. Por supuesto que hace falta valentía. Todo lo conseguido será por méritos propios.
Los regalos vienen después … y ni te los imaginas …