
Más allá de la comprensión lógica y racional, trabajan en nosotros, las fuerzas superiores, que muchos llamamos REIKI. Se trata de la conexión de la energía cósmica junto con la energía vital que nos da vida.
NO EXISTEN LAS CASUALIDADES.- Cuando una persona siente ha llegado el momento de un cambio en su vida, se abre a experimentar las fuerzas de la naturaleza y cosmos en sí misma. Entonces ocurre que le comienzan a llegar las facilidades para que suceda esa unión: el Universo da permiso y permite que suceda. Aparece el maestro y se da el momento.
Somos Almas en donde están guardados los códigos/semillas para que, llegada la ocasión, despierte y germine nuestro Ser esencial.
Los tres niveles de iniciación y transmisión de energía de REIKI siguen gradualmente el proceso de purificación y cultivo de la Conciencia que permite avanzar a la persona en su desarrollo espiritual.
No solamente el REIKI es una herramienta para la auto-sanación y sanación a los demás. Principalmente y en primer lugar, se trata de sanarse uno mismo a nivel mental y emocional. Vaciarse de condicionamientos y entrar en la realidad del Ser.
Para descubrir el Amor Puro en uno mismo -que es la energía sanadora- uno debe primeramente vaciarse del Ego. Y cuando se sienta fluir en esa energía pura, sabrá que está preparado para ayudar a los demás.
Es el Amor Puro quien brinda enseñanza, salud, felicidad y paz. Es saber quién somos lo que fortalece nuestra identidad espiritual.
Los primeros pasos son de aprendizaje y limpieza, siendo REIKI un sistema de conocimiento directo, de conexión con el espíritu y las Fuerzas creadoras del Universo, luego eres tu propio maestro.
Si sientes el llamado, percibirás en ti que el anhelo de crecer espiritualmente es auténtico. La motivación está más allá de intereses personales. No tienes prisas ni expectativas. Confías totalmente en la divinidad.
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