
El poder sanador de la palabra y los pensamientos positivos.- Somos seres vibrantes en transformación continua. Es la resistencia a movernos según nuestra naturaleza, lo que crea sufrimiento. Entendiendo ésto, cesa el conflicto en nosotros y fluimos, permitiéndonos ser quien somos.
El poder sanador de la Intención y la Invocación.- Por el Poder de la intención y la invocación, conectamos con las Fuerzas Superiores del Amor Puro Incondicional. Solicitamos, según nuestras creencias, que se hagan presentes en nosotros la energía del «Yo Soy Amor», los ángeles, arcángeles, seres de Luz, los maestros espirituales ascendidos y la Madre divina.
El poder sanador de la Respiración consciente y la meditación.- Cuanta más pausada y profunda la respiración más larga es la vida. Debemos evitar que la respiración agitada que nos está indicando hay ansiedad, enfado, estrés, se prolongue sin control. Y podemos controlar estos desórdenes con la respiración consciente; inhalando lentamente con la atención puesta en las fosas nasales o en el corazón, retenemos el aire unos segundos y exhalamos con la intención de soltar los miedos, las preocupaciones … y experimentaremos cómo conseguimos relajar nuestra mente y volver a la normalidad.
Oración: «Invoco mi capacidad para amar y dejarme amar. Hago presente mi habilidad para soñar nuevos sueños que me nutran. Conecto con mi Alma para que renazca en mí la alegría. Invoco a mi Ser de Luz para que fortalezca mis alas».
Descubro mi Camino. Acepto quien soy.
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Muy interesante. Gracias