Dijo la abuela Margarita de la tradición Maya: «Cuando quiero algo me lo pido a mi misma».
¿Qué quiere decir? Esta Fuerza que ella utiliza para materializar o atraer lo que ella desea, no parte de la mente ni tan siquiera es una petición que de forma infantil se cumple por la magia.
Las personas superficiales, con mente débil, siempre esperan que las cosas que desean ocurran caídas del cielo, sin poner nada de su parte. Y así no es, la vida pasa por sus lados sin haberse enterado de qué significa la vida y qué hubiesen podido aprender de ella si hubiesen participado, si se hubiesen entregado a ella.
En primer lugar, para conseguir el beneplácito del Universo y sus Energías, uno tiene que ser íntegro consigo mismo e impecable con la Naturaleza y la Madre Tierra. Tiene que haber un compromiso consigo mismo y poner la Intención para conseguir su propósito de vida. Esto hará que se centren todas sus energías para que sostengan su Voluntad de ser.
En segundo lugar, para comenzar, debe ponerse en marcha el proceso de depuración y regeneración, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Y esto puede llevar todo el tiempo del mundo… no hay que tener expectativas, no hay que ser impaciente ni marcar tiempos, no hay que esperar resultados, ni calcular nada. Simplemente confiar y dejarse fluir: ya estás dentro del proceso, el Universo te apoya y guía.
En tercer lugar, cada vez serán más frecuentes tus deseos de estar en silencio, recogido en tu interior. Entra pacíficamente en esos estados meditativos que surgen espontáneamente. Sé Observador de ti mismo. Tu Conciencia ha despertado y quiere expandirse.
Ahora tienes el poder para co-crear tu mundo.