
Ya no más impedimentos mentales llamados «complejos» …
Ya no más la ardua tarea de querer gustar y complacer a todos.
Ya no más el cansino auto-reproche de que podría haberlo hecho mejor.
Ya no más, a estas alturas, prestar oídos a opiniones que no me aporten afecto sincero.
La voluntad de vivir es la voluntad de ser.
Estoy apurando el tiempo que me queda aquí.
Me desentiendo de las malas formas de los demás. No soy ‘salvadora’ de nadie.
No estoy aquí buscando la salvación sino para mi aprendizaje y evolución ligada al Bien Común.