Somos energía

chakras esferaEntrando en contacto con nuestros centros energéticos -chakras- entendemos  la influencia que ejercen las diferentes energías en el cuerpo físico y también en nuestros cuerpos etérico y astral.

Somos energía así como lo son también nuestros pensamientos y emociones. Los desequilibrios emocionales pueden manifestarse en el cuerpo físico como una enfermedad. El exceso o  déficit de las diferentes energías nos llevan a un conflicto con nosotros mismos, al sentir ansiedad o intranquilidad sin causa aparente.

Sepamos un poquito más sobre nosotros y los diferentes tipos de energía que nos benefician, influyen y  afectan:

La energía Vital. La energía vital es la que nos sostiene vivos. El motor de esta energía se encuentra dos dedos por debajo del ombligo a la derecha. A través del cordón umbilical es de donde recibimos nuestro primer alimento. Toma el hábito de respirar desde este centro energético; te relajará, te centrará.
La energía que nos llega a través de la respiración. Esta es  la función más importante del ser humano -aunque el respirar lo hagamos automáticamente.
Vamos a re-educar nuestra forma de respirar; haciéndola consciente y rítmica. Conscientemente absorber prana, sentir cómo se expande en nuestro interior y devolver al universo (en la exhalación) la que no necesitamos. Es como una meditación activa, en contacto con la energía universal.
Tres respiraciones conscientes al despertar y al ir a dormir van a empezar a armonizar nuestros chakras.

La  energía que nos llega a través de la alimentación. «Somos lo que comemos» es un dicho conocido en todo el mundo. Cuidar nuestra alimentación es respetar y amar nuestro cuerpo físico de manera consciente.
Consumir alimentos frescos e integrales a ser posible, beber agua, tés o tisanas. Y si somos lo que comemos, nos cuidaremos de no ingerir alcohol, químicos ni drogas de ningún tipo. Bendecir la comida es también una costumbre recomendable pues energetiza el alimento antes de ingerirlo.

La energía sexual. Es  la energía más potente del ser humano y refinándola se convierte en energía espiritual. Reside en la base de la columna vertebral, en el chakra raíz.  Se la identifica con una serpiente: la línea de fuerza kundalini. La energía de la creatividad.
El despertar de esta energía hace que se activen  poderosamente  los demás chakras.

La  energía de la Madre Tierra. La tierra, como ser vivo, emite una energía proveniente de sus capas magnéticas subterráneas.
Caminar descalzos por la hierba, la tierra y piedras o la arena de la playa nos permite descargar las energías negativas y absorber las positivas.

La energía Astral-Espiritual. Estas energías residen en la cuarta dimensión y depende de nuestra actividad astral y de nuestra conexión con el mundo imaginal a través de los sueños.
Crea el hábito de «desconectar» antes de dormir; haz respiraciones conscientes, relájate y programa los sueños.

La energía Mental-Psíquica. La energía psíquica es ilimitada y poderosa. Podemos  desarrollar  las capacidades innatas de la mente y de la intuición  a través de la práctica de la meditación, la concentración y otras disciplinas espirituales.

Dar herramientas de defensa a los niños

niña llorandoUna mujer  con formas avasalladoras me trajo a la consulta a su hija de 13 años. Después que hubo explicado el problema de sueño y pesadillas que padecía la niña, le pedí me dejase a solas con ella.  Era evidente su  vulnerabilidad ante un carácter tan dominante como el de su madre. Al preguntarle cuál era su problema me contestó rápidamente “los miedos”.
Durante el día podía más o menos controlarlos pero en cuanto llegaba la noche, la oscuridad la paralizaba y el terror y el pánico se apoderaban de ella.

Le hice una sesión de Reiki. Cuando hacemos Reiki entramos en el campo astral y ahí aparece toda una simbología del subconsciente que nos da las pautas para conocer las raíces del problema emocional que se padece. En el caso de esta niña, la vi muy pequeña, envuelta totalmente por la oscuridad y flotando perdida en el espacio .

Terminé de limpiar y equilibrar las energías, llevándole Luz,  y luego comencé a explicarle cómo yo percibía su problema y cómo podría solucionarlo.

Sentí, por su energía,  que era una niña Índigo. Le pregunté si creía en Dios y me contestó que le daba miedo. Según lo que yo percibí, ella  eligió –inconscientemente- “olvidarse” de su ser y dar la espalda a su espiritualidad ya desarrollada.  Había cerrado su sexto chakra de la intuición por su extrema sensibilidad para no ser diferente al resto de los niños ni a  su entorno. Y en ese momento se abrió la puerta de los miedos que fue alimentando hasta ya no poderlos controlar o dominar. Todos los pensamientos se convirtieron en negativos; el miedo a la muerte, a los fantasmas, a los espíritus… a Dios… se encuentra perdida.

Le hablé de Dios como la Energía del Amor Puro, de los ángeles y los seres de Luz. Le hablé de que tenía la oportunidad de elegir nuevamente el camino que quería seguir de ahora en adelante, y de que los miedos son creados por la mente y no tienen ninguna realidad mas que la que le queramos dar.

Le enseñé varias herramientas para que pudiese controlar la mente desde la respiración. Y también le sugerí que se fiase de su ángel guardián,  que lo invocase cada noche para que la acompañase y protegiese durante el sueño.

A los niños hay que enseñarles a manejarse en este mundo, guiarles para que aprendan a conocerse a sí mismos y a conectar con su alma para que sean ellos mismos de forma completa, desde su ser esencial y eterno. La meditación y el yoga también son buenas herramientas.

No es preciso pertenecer a ninguna religión para REZAR al Creador Supremo y conectarnos con la divinidad en nosotros, para no sentirnos abandonados, confusos, indefensos. No tengamos miedo de pedir ayuda… enseñemos a los niños a ir hacia dentro de ellos mismos, donde está el mayor Templo; la Verdad, el Amor…