No nos confundamos. No caigamos en el drama del ego y en quedarnos en la superficialidad del mensaje.
El Solsticio del 21 de Diciembre del 2012, es EL FIN DEL MUNDO… DEL EGO.
Debemos tener una visión más profunda y no quedarnos tan sólo con la letra. Vayamos al interior de nuestro ser y entendamos desde nuestro corazón que de lo que nos están avisando es del final del ciclo de la oscuridad y el miedo para todo aquel que decida conscientemente situarse en la nueva vibración del Amor que corresponde a esa nueva realidad, aquí y ahora.
Hablamos de la Segunda Venida de Cristo a la Tierra, no como una persona individual, sino como el advenimiento de la Energía Crística, la Conciencia Superior de Dios al corazón de cada ser humano preparado para aceptar ese gran y glorioso cambio.