En India con los Maestros

// Hemos visitado esta tarde dos templos. Nos hemos sentado a meditar y he llorado como cuando una mujer rompe aguas cuando va a dar a luz. Porque las lágrimas salían solas a borbotones de forma placentera e incontrolable. Algo muy extraño. Era testigo, totalmente consciente, sin ninguna emoción y sin embargo eran chorros de agua bajando por las mejillas que me producían placer. Era observadora, independientemente de mi yo, de cómo el agua –que no lágrimas- corrían por mis mejillas. Y era una sensación muy extraña y agradable a la vez pues yo estaba vacía de cualquier  emoción. Era como observar “esa que llora que soy yo…”

// Pongo estas marcas como nuevo día pero sin saber en qué fecha estamos. Hoy hemos ido en bus a visitar los famosos GATS (escalones) al pie del río Ganges. El río es anchísimo y el agua había subido mucho así que no hemos podido viajar en barco a lo largo del río como estaba planeado pues dijeron que era arriesgado. La gente del lugar tomaba su baño ritual y llenaban vasijas y botellas con esta agua para ellos sagrada. Luego fuimos a visitar diferentes templos a diez kilómetros de Benarés donde Buda dio su último discurso. Nos sentamos bajo ese árbol e hicimos cinco minutos de meditación.

// Nos movemos cruzando la ciudad en esos pequeños taxis sin puertas y de tres ruedas; todos pintados de verde y amarillo. Vamos tres personas detrás y una sentada al lado del conductor. Las normas de tráfico se hacen a través del lenguaje de las bocinas. No hay espejo retrovisor ni espejos laterales pero con el toque largo ellos avisan que van a pasar de forma arrolladora o con el toque corto repetido piden permiso para pasar… todo de forma fluida, sin nervios, atentos pero relajados. Se mueven dentro de un tráfico ensordecedor, dinámico y equilibrado; bicicletas, motos, coches, buses, peatones, vacas… todos sin alterarse, pacíficamente, fluyendo sincronizadamente… esto no es cualquier cosa, es todo una ciencia y por eso lo anoto.

// Esta mañana a las siete hemos llegado donde la ciudad de Ramana Maharishi. Y ahora mismo estoy sentada en la sala de meditación del hotel teniendo en frente –muy cerca- la montaña sagrada de Arunachala y que imagino que uno de estos días circunvalaremos como es el ritual.

Se suponía que teníamos que haber llegado ayer noche pero hubo un accidente en la carretera y nos demoró, estando horas y horas parados dentro del bus. Menos mal que yo pude dormir y descansar y ya cuando amanecía pude disfrutar del paisaje tan inusual; tan verde y adornado con pequeñas colinas, palmeras, arrozales… un espectáculo para la vista  muy gratificante.

// Llegó el final de la primera parte del viaje. Algunos de los compañeros se despiden y vuelven a España. Esta segunda parte es sólo para los discípulos de Swamiji que hemos terminado el curso de yoga avanzado que ha durado año y medio. Todos estamos muy emocionados de haber llegado hasta aquí. La recompensa es ir ahora al ashram de Barfani Dada Ji. Un santo “inmortal” que tiene reconocidos 250 años de vida. Y dicen que él se reúne muchas veces desde el astral con cuarenta y un maestros inmortales ascendidos, jerarquía que controla la Mente del mundo.

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