De joven fui «rebelde» porque mi inconformidad era simplemente instintiva y decía NO sin poder concretar qué me hacía sentir mal. Pasados esos años de energía efervescente fui «buscadora»; ya tenía claro que era lo que NO quería pero todavía no tenía forma lo que deseaba. Algo me impulsaba a buscar… pero lo hacía desde la mente y la ilusión y las expectativas me jugaron malas pasadas. Me movía en círculo y bajo patrones condicionantes.
Mi inquietud -lo que hacía que no me conformase o me acomodase en lo normal- me hacía anhelar algo superior a mi entendimiento e imaginación … creía que lo extraordinario llegaría desde el exterior. miraba hacia afuera esperando algo o a alguien portentoso que me sacase de la mediocridad.
Quizás por mi deseo sincero de crecer y entender la vida comenzaron a llegarme regalos. Gracias al Reiki, descubrí mi cuerpo energético y astral. Gracias a la oración y el dikra en el Sufismo encontré la esencia del Ser. Gracias al yoga espìritual y a la meditación se expande mi Conciencia.
En mi naturaleza está el deseo de compartir. Nada me pertenece y hago que fluya hacia los demás lo que he experimentado. Como»facilitadora» comparto mi saber con los más rezagados.
Todo ello me ha hecho una persona de Fe. Me siento parte del Uno y esa percepción me da paz interior.