todo lo que haga desplegar nuestras alas es imprescindible para nuestra salud emocional.
El corazón está ausente cuando hacemos las cosas mecánicamente, de forma inconsciente, sin poner los cinco sentidos y el Alma en ello.
Prácticamente es así como funcionamos en nuestro día a día. Actuamos sin prever las consecuencias de nuestras decisiones. Y después vienen las sorpresas; nuevos conflictos, arrepentimientos y sentimientos de culpa.
Demasiada prisa en nuestras vidas; estrés, ansiedad, miedos innecesarios, preocupaciones irrelevantes … ¿Qué es lo que estamos persiguiendo? ¿Detrás de qué vamos?
¡¡Prioricemos!! Primero nuestra salud física, mental y emocional, que se traduce en felicidad y paz interior.
Es preciso conectar el corazón con la actividad que estemos realizando, con lo que estemos diciendo o planeando. Además ésto nos servirá para ir desarrollando la Mente en su totalidad. Y aprenderemos a tener una mente concentrada en lo que hacemos. ¡Respiración consciente!
Prestarnos atención. Será bueno crear una nueva Conciencia haciéndonos conscientes de cómo actúa y reacciona nuestro cuerpo físico, nuestra mente, nuestro corazón … practicando cada día el ser Observadores de nosotros mismos,, escucharnos de forma imparcial; sin juzgarnos o castigarnos, sólo con la idea de ir corrigiendo y mejorando nuestros patrones de actuación y nuestro carácter.
Con el corazón espiritual, -situado el centro de nuestro pecho (chakra corazón)- abierto y limpio de toda distorsión, irá creando armonía emocional permanente.
Y desde esta base; equilibrio emocional en nuestro corazón y mente, gracias al poder clarificador de nuestra Conciencia, es como podemos vivir la vida de forma plena, honrando nuestras responsabilidades y con confianza absoluta en nuestros recursos ilimitados, cuando estamos conectados con la Conciencia Suprema.